El cuarto de guerra de los civiles

Muchos de los cohetes lanzados por los palestinos caen en la localidad israelí de Eshkol; ahí los vecinos saben que unirse les ayudará a sobrevivir

SDEROT, Israel, nov. 22, 2012.- Eshkol es una de las zonas en Israel más a merced de los cohetes de Hamas. Hace frontera con la Franja de Gaza, de donde provienen los misiles y no hay otra ciudad que comparta tanto esa línea divisoria con los palestinos.

Por eso, muchos de los Kazam que han golpeado por años a la población civil de Israel caen aquí.

Tanta es la cercanía con Gaza que las sirenas que advierten de la aproximación de un cohete a veces no tienen tiempo de activarse, como comunidad tienen entonces sólo una opción, unirse.

El sistema de alarma preparado por el gobierno de Israel funciona y muy bien, pero los ciudadanos saben que su vida y la de sus hijos está en peligro constante  y no escatiman en esfuerzos.

Este es su propio bunker, su propio cuarto de guerra, pero en vez de haber soldados en su interior, son todos vecinos voluntarios y funciona con precisión militar.

Aquí se detectan los misiles antes de que den en el blanco y de inmediato se manda un mensaje a todos los que están en el exterior para que tomen precauciones.

Cuando un vecino se ve afectado, este cuarto de guerra organiza cómo ayudarle a recuperar la normalidad lo antes posible o lo que se aproxima más a una normalidad en esta área.

La amenaza de una ofensiva terrestre de Israel, es decir, una invasión a Gaza, fue siempre una posibilidad.

Ciertamente hemos visto una gran movilización de soldados y vehículos blindados, esto empeoraría el conflicto enormemente y cientos de personas perderían la vida, sobre todo palestinos, pero para los vecinos de Eshkol, no hay otra solución.

El sentido común parece comenzar a prevalecer, ese cese al fuego, que se escondió tras el humo de las explosiones, asoma su rostro.