La madre de todas las reformas

La reforma constitucional al artículo 3° es el inicio del proceso de transformación que la educación en México requiere. Los cambios son urgentes. Ésta debe ser la lucha de todos

"La educación es algo esencial porque hay que fabricar personas capaces de utilizar la democracia... y  fabricar ciudadanos es fabricar algo más que empleados... un ciudadano tiene que hacer mucho más que eso", Fernando Savater en entrevista con Rafael Pérez Gay, Revista Nexos, febrero 2013

CIUDAD DE MÉXICO, México, feb. 18, 2013.- En la prueba PISA 2009, cerca del 40% de los estudiantes mexicanos de 15 años no pudieron realizar el tipo de lectura más básico para desempeñarse en la sociedad actual, lo que representa la proporción más grande entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Los resultados muestran que "el rendimiento de los estudiantes está muy vinculado a su condición socioeconómica, es decir, que las circunstancias sociales o personales son obstáculos para la realización plena del potencial educativo", sentencia la OCDE en su más reciente informe sobre México.

A pesar de los notables avances en la cobertura (se ha conseguido  dar cobertura prácticamente universal en primaria y de 83% en secundaria), la educación en nuestro país no está siendo la herramienta que podría empezar a acortar las brechas socioeconómicas, sino que está siendo parte del sistema que las perpetúa.

De acuerdo con los resultados del Informe de Progreso Educativo del Instituto de Innovación Educativa del Tecnológico de Monterrey , tomará varios años reducir la brecha educativa entre  los estados de la República con mayor y menor desempeño. Si los estados con menor índice de progreso educativo (que evalúa calidad, cobertura y logro académico) observan un crecimiento similar al promedio nacional, entidades como Oaxaca requerirán de 33 años para alcanzar el nivel que hoy registran entidades como el Distrito Federal.

Además de los preocupantes datos en materia de desigualdad y  calidad educativa, existen otros factores que nos hablan de la urgencia de tomar medidas efectivas en este terreno.  México enfrenta una transición demográfica que constituye una ventana de oportunidad para abrir mayores oportunidades de desarrollo. Debido al llamado "bono demográfico", el sistema educativo tiene menos niños y más jóvenes de 15 a 19 años que nunca antes. "Esto brinda una oportunidad histórica para mejorar la calidad de la educación  que se imparte a los jóvenes de 4 a 14 años, ya que este sector tiene menos demanda en la actualidad", señala la OCDE. Al mismo tiempo,  esta situación  exige la expansión y mejora de la educación a partir de los 14 años.

De acuerdo con proyecciones de la OCDE, del total de niñas y niños que ingresaron al sistema educativo en 2010, menos de la mitad concluirá la educación media superior, lo que constituye la tasa de graduación más baja entre este grupo de países. Actualmente sólo el 54% de los mexicanos  de 15 a 19 años se encuentran inscritos en el sistema educativo.

Los datos son claros y alarmantes. México está dejando pasar la oportunidad que representa el bono demográfico.

La reforma constitucional al artículo 3, aprobada el pasado diciembre, es un primer paso en el largo camino de los cambios que en diversos niveles y ámbitos deben llevarse a cabo para hacer de la educación un instrumento de justicia social y desarrollo económico. El objetivo central de la reforma es recuperar para el Estado la rectoría de la educación, a partir de tres ejes: un servicio profesional docente, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación como organismo público autónomo y un Sistema de Información y Gestión Educativa.

La parte sustancial de estos tres ejes "se ocupa de eliminar los mecanismos viciados de ingreso a la profesión docente (por compadrazgos o bautizos políticos, por venta o por herencia de plazas, etcétera)  e impone un procedimiento que coloca el mérito (intelectual, pedagógico, moral, vocacional) como recurso para ocupar plazas y promoverse a puestos de dirección", señala Gilberto Guevara Niebla en su ensayo titulado "La disputa por la educación" en el más reciente número de la revista Nexos, dedicado a este tema.

De esta forma, se modificará la relación de poder entre el gobierno y el SNTE, que fue calificada como una  "simbiosis atípica" por el Relator del derecho a la educación de la ONU durante su última visita a nuestro país en 2010.

Esta medida legislativa apunta a la profesionalización del cuerpo docente, que puede ser, de acuerdo con la OCDE, "la mejor inversión para aumentar la probabilidad de éxito de otras reformas".

En la actualidad, aún con el examen de ingreso, cerca de la mitad de los maestros son contratados sin este requisito. En este sentido, la decisión de no permitir al SNTE involucrarse en el nombramiento y asignación de plazas docentes resulta particularmente relevante, destaca la OCDE, quien ha denunciado en diversas  ocasiones la "co-gestión" de la educación en México, debido a "la influencia y participación del SNTE en la toma de decisión educativa así como respecto de los maestros y sus perspectivas laborales".

Hemos dado un primer paso.  Aún falta la legislación reglamentaria que hará o no operativos los objetivos de esta reforma. Es en la legislación secundaria y en el andamiaje institucional que dé lugar a la evaluación que será la base del servicio profesional docente de lo que dependerá que  la reforma cumpla con sus fines y, por supuesto, su implementación. Sin embargo, éste es sólo el principio de la transformación que necesitamos: una que trascienda lo político-administrativo para impactar en el logro educativo.

En este escenario, resulta imprescindible dar seguimiento a la discusión que se ha iniciado en el congreso sobre las reformas a la Ley General de Educación y exigir que las adecuaciones estén a la altura del reto que enfrentamos. El derecho a la educación es la base de nuestros derechos sociales, es el que hace posible el ejercicio de todos los demás.  Es ahora.  De lo contrario, el bono demográfico se convertirá en pagaré, como ha advertido el Dr. José Narro, rector de la UNAM.

Como bien señala la OCDE, el país debe promover el consenso mediante una muy amplia "coalición rectora" de líderes políticos, empresariales, universitarios y de la sociedad civil, que puedan dar un paso adelante y asumir la responsabilidad de defender las reformas a la educación en la esfera pública, propugnar por un financiamiento suficiente y equitativo y promover la rendición de cuentas de las autoridades y actores educativos sobre los resultados en sus respectivos ámbitos.

Este es el momento y ésta, como señala el analista Ricardo Raphael,  "la madre de todas las reformas".

AAE