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CIUDAD DEL VATICANO, nov. 29, 2012.- El arzobispo Mario Zenari, nuncio (embajador) de la Santa Sede en Damasco, afirmó este jueves que en Siria mueren diariamente más de un centenar de personas, "pero por desgracia, ya nos estamos acostumbrando a conocer esas cifras y ya no son noticia".
Zenari, en declaraciones a Radio Vaticano, recordó que ayer estallaron dos coches-bombas que causaron una nueva matanza y señaló que además de las muertes diarias, "no podemos olvidar la situación de más de un millón y medio de personas evacuadas, una cifra que está aumentando, que viven lejos de sus viviendas y en condiciones de extrema precariedad".
"Por desgracia, con el paso del tiempo se corre el riesgo de que todo lo anterior ya no llame la atención", advirtió el prelado.
Zenari señaló que no se sabe cuánto tiempo durará el conflicto, "ya que lo que vemos nos hace pensar en un final rápido y la llegada de la paz y la reconciliación" entre los sirios.
El nuncio agregó que los cristianos "rezan" por ese momento, pero insistió en que "las señales que nos llegan son muy inquietantes".
El representante de la Santa Sede destacó la ayuda de los cristianos -que son una minoría- a las personas necesitadas y dijo, con tristeza, que se acercan las navidades y que "no necesitan" preparar el Portal de Belén, "ya que cada día nacen niños en tiendas de campaña, en medio del frío, sin casas con calefacción, en medio de la penuria de comida, vestidos, etc".
"Este Portal de Belén es real y sacude profundamente los sentimientos. Jesús sigue naciendo todavía en estas condiciones", dijo el prelado.
Zenari expresó asimismo su preocupación por el aumento de la criminalidad local, que están proliferando, según manifestó, ante la cada vez más debilitada seguridad pública y la entrada de armas en el país.
El arzobispo agregó que están aumentando los secuestros de personas con objetivos políticos, pero que "la plaga más difundida" es la del secuestro para sacar dinero.
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