Siria, un mal vecino

Siria no tiene buenas relaciones con sus países vecinos, sin embargo se le considera una nación muy influyente a nivel geopolítico

CIUDAD DE MÉXICO, México, nov. 26, 2012.- A los vecinos de Siria no les interesa la violencia dentro de esa nación, sino lo que sucedería en la región tras una eventual caída del régimen de Bashar al Assad.

"La región es un polvorín, un polvorín al que cada vez más están aventando cerillos prendidos", dice el analista internacional Gabriel Guerra.

Para el doctor Stephan Sberro "Siria tiene muy malas relaciones con todos sus vecinos, con todos los países fronterizos, Líbano son relaciones muy difíciles, por supuesto Turquía, Israel son relaciones muy difíciles, es un estado de guerra. Irak, o sea, no ha logrado Siria consolidarse".

Por su ubicación y sus decisiones en asuntos de carácter exterior a Siria se le considera un país influyente a nivel geopolítico.

"Es un estado que trata de evitar el expansionismo o la influencia de algunas potencias de países europeos o potencias como Estados Unidos", explica Adolfo Laborde.

Una de las preocupaciones para los países vecinos es que los grupos opositores de Siria no están unidos e incluso hay hostilidades entre ellos.

Ese factor es visto como un doble riesgo; primero, por la lucha interna que se generaría para obtener el poder y segundo, porque los rebeldes no llevan buena relación con algunas naciones de la zona.

"Lo que preocupa es que si Bashar al Assad cae y una de las facciones opuestas toma el poder, puede que se haga del armamento químico y entonces intentar atacar Israel", manifiesta Ismene Ithai Braz Ruiz.

Y aunque Estados Unidos, Israel y la Liga Árabe no están cómodos con la política de Siria, no intervienen porque el régimen tiene un punto a su favor. Es demasiado predecible en el contexto internacional. No se lleva bien con sus vecinos, pero tampoco los ataca, al grado de que la frontera más segura para Israel, en los últimos años, ha sido Siria.

"Han sido, digamos, unos malévolos inteligentes los Assad ¿por qué? Porque han logrado esta inestabilidad, son predecibles como régimen", señala el analista Rafael Fernández de Castro.

También está el hecho de que Bashar al Assad tiene muy claro que lo único que le queda es seguir gobernando. Ha dejado en claro que para él, el exilio no es una opción.

"Esta decisión a ultranza del presidente de Siria de no irse porque sabe, ya vio las imágenes de Gadaffi, de Saddam Hussein, que de caer el régimen, él va a morir", agrega Fernández de Castro.

Según los analistas, una intervención en Siria es poco probable en el corto y mediano plazo, sobre todo por los momentos que vive Estados Unidos. La negociación del presidente Barack Obama con los republicanos en el Congreso para evitar el precipicio fiscal durante su segundo mandato y por otro, la política internacional de Washington.

"Al Congreso de Estados Unidos y al Partido Republicano de Estados Unidos no les gusta lo que se llama la construcción de estados y claramente aquí hay una cierta coincidencia de que de caer el régimen de Al Assad, se tendría que reconstruir la democracia y esto va a ser muy complicado", añade Fernández de Castro.

Del lado de los aliados sirios también hay una vertiente político electoral; en China, el actual mandatario Hu Jintao, se prepara para dejar el cargo a su número dos, Xi Jinping, quien ya fue nombrado líder del Partido Comunista y en marzo del 2013 asumirá la presidencia del país.