El Palacio Nacional vuelve 'al centro'

Por Alonso Aguilar | Fuente: Noticieros Televisa | 2013-01-11

Palacio Nacional

Enrique Peña Nieto pretende que Palacio Nacional sea el centro estratégico de su administración, algo que no sucedía desde 1970

El 1 de diciembre de 2012, Enrique Peña Nieto estuvo sólo unos minutos en la Cámara de Diputados para rendir protesta como presidente de México. Al bajar de la tribuna, entre aplausos y abrazos de los presentes, se apuró para dar su primer mensaje a la nación en el que será el principal escenario político de su sexenio: el Palacio Nacional.

Horas antes del evento en San Lázaro, Peña Nieto ya había rendido como presidente de los Estados Unidos Mexicanos. El equipo de Peña solicitó que la ceremonia de Relevo de la Bandera Nacional fuese en la madrugada del mismo día, en el Salón de Honor de la Patria de Palacio Nacional.

"Esta ceremonia simboliza la traslación de la Bandera Nacional y del mando de la fuerza pública del presidente en funciones al presidente electo", se anunció durante el acto.

Éste fue el primer evento de varios que Peña ha realizado en el edificio ubicado frente al Zócalo, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. En los primeros 40 días de su gobierno lo ha utilizado para la segunda sesión extraordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública, para un encuentro con los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), además de recibir al Jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, y al boxeador Juan Manuel Márquez.

En entrevista con Noticieros Televisa.com, Sergio Aguayo, politólogo y académico del Colegio de México, opinó que "el presidente Peña es un político chapado a la antigua y le intenta regresar la pompa y la ceremonia a la Presidencia, algo que quedó olvidado durante el gobierno de Vicente Fox".

Aguayo agregó que el "retorno" a Palacio Nacional es un primer símbolo de estrategia.

DEL TLATOANI AL PRESIDENTE

El último mandatario en utilizar Palacio Nacional como despacho oficial fue Gustavo Díaz Ordaz, presidente de México de 1964 a 1970. En los últimos 42 años el inmueble tuvo más funciones de museo que de sede de gobierno.

 

 

Debido a múltiples modificaciones al interior del edificio desde su construcción en el año 1522, el 14 de noviembre de 2000 el entonces presidente Ernesto Zedillo expidió el Reglamento para el Uso y Conservación de las Áreas, Objetos y Colecciones de Palacio Nacional.

"Palacio Nacional es el lugar que representa el centro de gravedad de poder en México. Ahí estaba la casa de Moctezuma; Hernán Cortés lo utilizó como fortaleza y años después fue Palacio Virreinal, donde a lo largo de 300 años vivieron 64 Virreyes de México", comentó Alejandro Rosas, historiador y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Incluso Rosas, autor del libro El México que nos duele, recordó que los tres poderes de la federación estuvieron depositados en el Palacio Nacional en algún momento del siglo XIX.

ENTRE MUSEO Y SEDE PRESIDENCIAL

A pesar de la intención del titular del Poder Ejecutivo de utilizar el edificio histórico como el escenario central de su mandato, el reglamento restringe el uso libre de sus salones.

El artículo 16 del reglamento especifica que los objetos y colecciones que presenten daños se restaurarán bajo los lineamientos que dicten solamente el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

El artículo 17 señala, por ejemplo, que el elevador localizado en la esquina Sur Poniente será para uso exclusivo que determine el Conservador, a cargo de la Conservaduría de Palacio Nacional, nombrado y, de ser el caso, removido por el presidente de la República.

También puntualiza que el Comedor Principal de Palacio Nacional será usado exclusivamente para el servicio de comidas e invitados del Presidente de la República y para acuerdos con la presencia de todo el Gabinete, en grupos no mayores de 50 personas.

 

Alejandro Rosas lamentó que a pesar de la importancia y belleza del edificio, éste dejó de ser referente del gobierno por cuatro décadas. "Es el recinto que refleja la centralización del poder, con tantos eventos históricos de mucha importancia para el país, como la llegada de los caudillos revolucionarios, o el juramento de la Constitución de 1857".

Admitió que es muy posible que a partir de los eventos oficiales de Enrique Peña Nieto, se restrinja la entrada del público a los salones presidenciales, lo cual sería lamentable. "Pueden abrirlos a los turistas uno o dos días a la semana, lo cual no afectaría el desempeño presidencial".

 

 


LA RESIDENCIA Y LA OFICINA

Ni los presidentes priistas Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, ni los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, antecesores de Enrique Peña Nieto, utilizaron Palacio Nacional como despacho principal, algo que el presidente en funciones ya confirmó como hecho.

"[Palacio Nacional] es la sede del Poder Ejecutivo y como tal es el espacio que está diseñado para que el presidente trabaje", dijo Peña a reporteros durante un recorrido inédito por las instalaciones, en diciembre pasado.

Con esto, la sede de Los Pinos será un espacio familiar y de asuntos privados, por lo que habrá menos actos públicos que en años anteriores.

El politólogo Sergio Aguayo comentó que no le parece fundamental si trabaja en el inmueble de Parque Lira o desde el Centro Histórico, pero laborar en el palacio es un signo del enorme cuidado del equipo presidencial con las formas.

"Me da gusto que use Palacio Nacional puesto que puede servir para mejorar la seguridad del Centro Histórico".

La idea de despachar desde Palacio Nacional no es una propuesta gestada por en el equipo de Peña Nieto; en 2006, el ex candidato a la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador, propuso usar el Palacio Nacional como despacho e incluso residencia.

El historiador Alejandro Rosas indicó que los siete antecesores de Peña no acudían a este espacio debido a las movilizaciones, manifestaciones o plantones en el Zócalo de la Ciudad de México.

"En la primera mitad del siglo XX no era común ver manifestaciones en Zócalo. La recuperación del espacio público a partir de los movimientos de 1968 influyó en la decisión de trabajar en Los Pinos", dijo.

Agregó que el "retorno" a Palacio es totalmente lógico, aunque "no significa un regreso al pasado del PRI autoritario. Es más bien un símbolo de poder, un mensaje de que la presidencia no va a ceder ante los manifestantes o movilizaciones".

No obstante, Sergio Aguayo opinó que es más importante la sustancia de la política de Peña que sus formas.

"Lo fundamental, con todo y esta restauración de la majestuosidad de la Presidencia, es la política de Enrique Peña Nieto. Es más importante la sustancia que las formas", concluyó.

UN DÍA EN UN PALACIO

A 40 días de haber asumido la Presidencia, las formas y los despliegues políticos del presidente Enrique Peña Nieto ya se hacen notar en la sede del Centro Histórico.

El pasado martes 8 de enero se llevó a cabo la Vigésima Cuarta Reunión de Embajadores y Cónsules de México con Peña Nieto, una comida en calidad de privada.

"Esto va para largo", fue lo que más se dijo entre los reporteros en el Primer Patio Mariano, ubicado en el ala norte del Palacio Nacional y quienes esperaban poder ingresar al Salón Tesorería para hacer su trabajo.

Alrededor de 100 representantes de los medios se encontraban sentados en las mesas en punto de las 15:00 horas a la espera de su comida, que incluía baguettes, pasta, fruta, pastel, refrescos y pastel.

El acceso, sólo con acreditación, se encontraba sobre el Circuito Plaza de la Constitución (a un lado de la Catedral Metropolitana) y fluía sin problemas.

Al ver las mesas ubicadas en el patio, varios camarógrafos dejaron su equipo recargado en las paredes y pasaron a comer. Algunos reporteros sacaron sus tablets o sus computadoras para redactar las notas informativas.

Todos platicaban entre ellos o con personal de la Oficina de Presidencia y del Estado Mayor Presidencial, al grado que parecía una posada navideña.

Entre bocadillos y bebidas, predominaba un ambiente de cordialidad entre políticos, funcionarios y reporteros.

A las 16:15 horas se abrieron las puertas a los medios y a pesar de ser varias personas, todos cupieron sin problema en la zona de prensa, situada frente a la mesa del presidente.

A Peña Nieto le acompañaban en la mesa principal el canciller en funciones, José Antonio Meade, los ex cancilleres Patricia Espinosa y Jorge Castañeda, así como Ernesto Cordero, presidente del Senado de la República, Francisco Arroyo, presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Mario Pardo Rebolledo, presidente de la Primera Sala de la SCJN y los gobernadores Eruviel Ávila, Javier Duarte y Graco Ramírez.

Entre los invitados se encontraban personajes del gabinete de Peña como Luis Videgaray, Rosario Robles, Manuel Mondragón y Kalb, Pedro Joaquín Coldwell, entre otros, además de los casi 200 funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

El menú estaba conformado por ensalada de espinacas, crema de alcachofas con piñones, filete de res al balsámico, y de postre una flauta de queso tibio en salsa de mora azul.

En su discurso, Enrique Peña Nieto señaló el potencial a explotar de México en asuntos internacionales y les pidió a los funcionarios que se muestren 'abiertos al mundo'.

"La política exterior debe contribuir al crecimiento interno del país", agregó el presidente.

A pesar de la seriedad del evento, Peña Nieto se dio tiempo para emitir comentarios que provocaron risas entre los asistentes. Dijo conocer la problemática que enfrentan las embajadas en cuanto a presupuestos y personal, por lo que desea "mayor apoyo presupuestal en este sexenio del que les otorgó el anterior titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)".

Esto causó risas y aplausos puesto que Meade fue el anterior titular de la SCHP.

Al terminar el evento, todos los invitados acudieron a un salón contiguo a tomarse la fotografía oficial. La última persona en salir del salón fue Beatriz Paredes, embajadora de México en Brasil, quien caminaba con ayuda de un bastón.

"Me acaban de operar de la rodilla, pero me da gusto ver a tantos amigos aquí", concluyó la ex presidenta del PRI,

AA

 

 

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