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LONDRES, Inglaterra, abr. 4, 2013.- Una pareja británica que tenía un solo hijo lo perdió cuando fue arrestado por conducir ebrio y ante tanta presión que terminó suicidándose.
Joe Lawton tenía 17 años. Un joven como cualquier otro. Una noche de fiesta se pasó de copas, la Policía lo detuvo y después vino la tragedia.
El problema, dice ésta y otras familias, es la ley en sí.
Es una cuestión de inconsistencia: cuando un joven de 17 años es arrestado en Reino Unido, es tratado como un adulto. Pero en el momento en que recibe cargos en su contra, es entonces considerado un niño.
Esto quiere decir que cuando es detenido, la Policía no tiene obligación de contactar a los padres, y el joven tampoco tiene el derecho a ser acompañado por un adulto durante los interrogatorios.
Los padres de Joe ya presentaron más de 50 mil firmas haciendo un llamado para que se cambie la ley.
"Estamos seguros de que si hubiéramos hablado con él, hoy estaría con nosotros", dice Nick Lawton, padre de Joe.
Jane Lawton, la madre, dice: "Si lo hubiéramos ayudado habría sido capaz de sobreponerse".
El caso de Joe no ha sido el único. Otro joven británico se ahorcó cuando la Policía lo arrestó por tener una cantidad mínima de marihuana.
Sus padres apoyan la petición de cambio en la ley.
"Se mató al día siguiente de ser arrestado. Y no pudimos ayudarlo porque simplemente ignorábamos que había sido detenido", señala Ann Thornber, madre de Edward, quien se ahorcó tras ser arrestado.
El gobierno insiste que la ley funciona bien como está y que siempre se trata de proteger el bienestar de los jóvenes arrestados. Pero claramente no es una práctica infalible y la presión continuará para que se reflexione.
AAE
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