"Mi mamá me compró una prueba de embarazo y salió positiva y luego me llevó a hacer un ultrasonido y tenía un mes y medio", dijo "Perla", madre adolescente.
"Perla" se convirtió en mamá a los 15 años de edad. Olvidó los juegos de niña para asumir la responsabilidad de ser madre.
Como ella, cerca de 30 mil adolescentes al año en México resultan embarazadas y cuatro de cada 10 asegura no haberlo planeado.
Una tasa de fecundidad entre adolescentes que va en aumento y guarda estrecha relación con educación sexual.
"No es una decisión que la hayan tomado informada, cuando una decisión es propia y es informada, obviamente voy a investigar los pro, los contras; si quiero, no quiero y cuáles son las condiciones en las que voy a tener esa relación sexual", señaló Marisol López Curiel, psicóloga de la Secretaría de Salud del DF.
Desde el punto de vista médico, el embarazo en la adolescencia implica riesgos de salud para la mujer.
"De cada 10 adolescentes, 3 de ellas tienen el problema de embarazo prematuro", añadió Sonia Luna, del Instituto de Apoyo a la Mujer.
"Un embarazo antes de los 19 años es considerado de alto riesgo porque la mujer no está preparada ni física ni psicológicamente para tener a un bebé; muchas veces se puede llegar a la muerte materna o muerte del bebé", agregó Marisol López Curiel.
Una decisión puede resultar clave en el desarrollo individual de una mujer. Y un embarazo no planeado en la adolescencia implica, además, costos sociales y económicos.
"Abandono de estudios, pocas oportunidades de empleo, tal vez rechazo en las mismas familias", ejemplificó Marisol López Curiel, psicóloga de la Secretaría de Salud del DF.
De acuerdo a la Secretaría de Salud, cinco de cada 10 adolescentes en el país no utiliza algún método anticonceptivo durante su primera relación sexual.
"El 50 por ciento de las adolescentes no utilizan un método anticonceptivo en su primera relación sexual, es una cifra alarmante porque el 50 por ciento de la población adolescente está expuesta a sufrir una infección sexual o un embarazo no deseado", aseveró Marisol López Curiel, psicóloga de la Secretaría de Salud del DF.
Promover una sexualidad protegida y responsable entre la juventud puede evitar riesgos, enfermedades y embarazos no planeados.
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