Benedicto XVI, el Papa ambiguo

Como cardenal dejó pasar todos los abusos y acciones inmorales y delictivas que llegaron a su Congregación; como Papa, dejó que Marcial Maciel se fuera a su casa

CIUDAD DE MÉXICO, México, feb. 11, 2013.-No hay forma de eximir a Benedicto XVI de su responsabilidad grave, en la actual situación que atraviesa la iglesia católica, afirmó el ex sacerdote Alberto Athié Gallo, autor del libro La voluntad de no saber (2012), en el que documentó que El Vaticano sabía de los abusos sexuales que cometió el padre Marcial Maciel.

Athié Gallo consideró que más que una sorpresa, la renuncia del Papa Benedicto XVI es un acto de sensatez ya que su antecesor, Juan Pablo II, "había dejado un antecedente muy preocupante, de que el Papa debería llegar hasta el final, hasta el extremo de la salud y jamás renunciar para dar testimonio de Cristo", expuso el ex sacerdote en entrevista con Denise Maerker en Radio Fórmula.

"Este Papa es sensato. Dice soy un ser humano, tengo límites, me siento muy cansado y ya no puedo seguir gobernado ¡Felicidades!", consideró Athié, quien renunció a su sacerdocio y encabeza un movimiento laico en defensa de las víctimas de la pederastia clerical.

Señaló que Benedicto XVI deja muchos pendientes, que debió resolver, eran su obligación y no lo hizo.

Cuestionado sobre los motivos reales de su renuncia, en el contexto de conflictos por pederastia en varias partes del mundo o los abusos sexuales del fundador de los legionarios de Cristo, Athié dijo que la renuncia sí obedece a razones de enfermedad, pero más que eso "es un papado que no da una respuesta a la sociedad actual, ni a la Iglesia en particular, de lo que se debió haber hecho y por lo tanto no tiene más que decir, que hacer. Ya se agotó su papado".

"Yo diría que él debió haber reconocido en primera persona su responsabilidad,  y asumido los costos gravísimos, pero eso sería, como cristiano, lo primero y más importante en la vida es reconocer la verdad y de ahí, las consecuencias asumirlas, como nos toca a todos los seres humanos", dijo.

Destacó que siendo Benedicto XVI el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, durante el papado de Juan Pablo II, a él le tocó, por oficio, poner atención a los casos de pederastia y abuso sexual de sacerdotes, inclusido Marcial Maciel.

"Atendió miles de casos de teólogos heterodoxos, no había uno al que se le escapara" y dejó pasar todos los casos en donde había abusos, acciones inmorales y además delictivas. Hay un doble comportamiento en su gestión como responsable", expuso.

"Cuando los casos se abren a los medios...en vez de pasar al reconocimiento y proceder conforme a derecho, lo que se hizo fue generar toda una manera interna de la Iglesia, de ver que casos sí, que casos no y empezar a elegir; los que ya no había remedio, ni modo; pero está el caso de cardenal Bernard Law, que terminó siendo protegido y sacado de los Estados Unidos para llevárselo a Roma, cuando el encubrió a 500 sacerdotes de su diócesis, en donde algunos llegaron a abusar de 130 niños, y hoy el cardenal Bernard Law es el rector de la Iglesia de Santa María la Mayor. Hubo un doblez, una ambigüedad, una no acción cuando se hizo público".

"Siendo Papa, en el  caso del padre Maciel, lo invitaron a irse a su casa a hacer oración y penitencia; no es que se hizo público que era un pederasta y se le retiraba de la iglesia, de su ministerio... hasta el 2010 que abrió la comisión de investigación, cuando ya había muerto Maciel, entonces sí se dice: 'este hombre fue un criminal'. Y cuando la misma comisión exige que se abra una investigación a la Congregación, el Papa nombra a un cardenal que es el que está hoy presente como resposable, en donde dice: 'No, yo no voy a entrar a estos asuntos. Borrón y cuenta, vamos pa' delante muchachos'.
Y en el caso de la beatificación de Juan Pablo II, una pregunta obligada era si sabia o no el Papa Juan Pablo II, la respuesta que da el procedimiento es no existía material relevante para que el Papa supiera. ¿Cómo que no había? Hoy sabemos que había más de 200 documentos, en una de las congregaciones, y Ratzinger, estoy seguro que no solo tenía esos 200, tenía muchos más, incluyendo videos en donde Maciel estaba teniendo actos homosexuales con algunos de sus colegas. Toda esa información él la tenía, si no se la hizo llegar a Juan Pablo, él es responsable. Si se la hizo llegar y resultó que no era irrelevante, también es responsable. Entonces no hay forma de eximirlo  de responsabilidad grave".

Previo a la elección del nuevo Papa, agregó que dentro de la iglesia católica la posición más conservadora es la de Angelo Sodano, "que estuvo contantemente, como secretario de Estado, insistiendo en que no se debería hacer saber nada de eso porque no ayudaría a la iglesia para nada", aseveró Athié.

"!Por supuesto¡ ¿A qué iglesia? A una iglesia de poder, privilegiada en los términos de una imagen de pulcritud y pureza absoluta, que no tiene nada que ver con la realidad; pero sí esa iglesia de poder es la que busca Sodano y su gente, que siguen ahí  y  van a buscar a un Papa que vaya por ahí", advirtió Athié, quien renunció al sacerdocio tras 20 años de ministerio y tras entrar en confrontación con el cardenal mexicano Norberto Rivera y el propio Joseph Ratzinger.

CPS