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CIUDAD DE MEXICO, México, feb. 11, 2013.- La elección de un Papa es un ritual de larga tradición que está regulado hasta el más mínimo detalle por la Iglesia Católica. Hasta el 28 de febrero a las 8 de la noche, hora de Roma, el Papa Benedicto XVI seguirá siendo la máxima autoridad de la Iglesia y será él quien convoque al Consistorio y decida junto a él, cuáles serán los pasos a seguir. Una vez superado este periodo, el cardenal Camarlengo o secretario de Estado Vaticano, Tarcisio Bertone, será quien convoque al cónclave para nombrar a un sucesor. El consistorio es la reunión del Colegio Cardenalicio o Sacro Colegio, integrado por todos los cardenales de la Iglesia.
Los cardenales menores de 80 años eligen al Papa
El 21 de noviembre de 1970, Paulo VI dispuso que al cumplir los 80 años de edad, los cardenales dejen de ser miembros de los organismos de la Curia Romana por lo que no podrán participar en la elección del nuevo Papa. Por lo tanto, sólo los purpurados menores de 80 años, conocidos como electores, serán los encargados de decidir mediante votación, quien será el nuevo Papa. En la actualidad hay 118 cardenales de 48 países facultados para votar, pero para el 28 de febrero, el cardenal ucraniano Lubomyr Husar cumplirá la edad límite y quedará fuera del Cónclave, por lo que sólo votarán 117 cardenales.
En la antigüedad, los miembros de la Iglesia de Roma eran los encargados de elegir al Papa, pero el procedimiento cambió en la Edad Media. En teoría, el Papa puede sustituir al Colegio Cardenalicio por otro cuerpo de electores en cualquier momento, aunque para ello habría que modificar el Código de Derecho Canónico.
En qué momento comienza la elección
La elección comienza con un cónclave para votar por un sucesor y debe celebrarse entre 15 y 20 días después de la muerte o renuncia del Papa. La elección se celebra en la Capilla Sixtina del Vaticano.
El cónclave comienza con una misa
Por la mañana, los cardenales celebran una misa llamada "Pro eligiendo Papa" en la Basílica de San Pedro. Por la tarde, usan un roquete y cantan el "Veni Creator" en la Capilla Paolina para pedir la ayuda del Espíritu Santo. Más tarde entran en la Capilla Sixtina.
No hay tiempo límite para la elección
La votación puede durar horas, días o semanas. El primer día del cónclave sólo hay una ronda electoral. Después, cuatro por día. Si la elección se prolonga por varios días, se realizan pausas de reflexión. Para que haya Papa es necesaria una mayoría de dos tercios y si la elección no se produce durante varios días, se puede elegir por mayoría absoluta. A esta segunda modalidad se puede recurrir a partir de la trigésima ronda electoral. Desde ese momento se puede celebrar una elección en la que sólo salgan a votación los dos favoritos.
Cómo se realiza la votación:
Cada cardenal escribe en una papeleta el nombre de aquel que cree debería ser elegido "según la voluntad de Dios" y así, votación tras votación se va perfilando un favorito. Los cardenales enfermos también pueden votar, pero tienen que permanecer en el Vaticano durante todo el cónclave. Para ello se designa a tres cardenales "infirmarii" encargados de ser voceros de los purpurados enfermos. Si están en cama, los "infirmarii" van a recoger la papeleta y la depositan en la urna. Pensando especialmente en los cardenales enfermos y de edad avanzada, Juan Pablo II mandó construir una casa de huéspedes dentro del Vaticano, para que tengan alojamiento apropiado durante el cónclave.
La elección es a puerta cerrada
El cónclave se realiza a puerta cerrada con llave. La Capilla Sixtina es registrada por expertos en búsqueda de micrófonos o cámaras de televisión ocultas. Las grabadoras están también prohibidas. Durante el cónclave los cardenales electores no pueden hacer llamadas telefónicas, ni recibir correspondencia, leer el diario y mucho menos ver televisión. Además, se comprometen a guardar silencio sobre todo lo hablado durante el cónclave. Los resultados de las rondas electivas no se difunden.
El humo blanco
Cuando ya hay Papa electo, la chimenea de la Capilla Sixtina arroja humo blanco producto de la quema de las papeletas, pero cuando las rondas electivas concluyen sin un sucesor, las papeletas se mezclan con trozos de pescado para que el humo de la chimenea sea negro.
Habemus papam
Tras la elección, el decano del colegio cardenalicio pregunta al elegido si acepta el cargo y con qué nombre quiere gobernar. Los cardenales le juran obediencia, se reza una oración de acción de gracias y el llamado "cardenal protodiácono" presenta al nuevo papa en la Plaza de San Pedro con el anuncio "Habemus papam". El nuevo pontífice se presenta entonces ante la multitud e imparte su primera bendición "Urbi et Orbe". Benedicto XVI comanzó su pontificado el 19 de abril de 2005 y tiene 85 años de edad.
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