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DARAA, Siria, mar. 24, 2011.- Millares de personas reclamaron libertad este jueves en las calles de la ciudad siria de Daraa, desafiando una violenta represión del gobierno con marchas fúnebres por los manifestantes muertos a manos de la policía, dijo un activista.
El acceso de la prensa a las marchas estuvo restringido, pero un reportero de The Associated Press oyó disparos esporádicos en el centro por la tarde.
Casi todos los comercios estaban cerrados, las calles parecían prácticamente vacías y los soldados y efectivos antiterroristas detenían a los transeúntes en puestos de control en muchas intersecciones, en la mayor manifestación de fuerza desde que comenzaron los incidentes.
El activista, en contacto con residentes de Daraa, dijo a The Associated Press que multitudes de manifestantes gritaron "¡Siria, libertad!" mientras marchaban hacia uno de los principales cementerios de esta ciudad agrícola.
Otros efectuaron una manifestación pacífica para protestar por la muerte de numerosos residentes en choques contra la Policía, agregó el activista.
Inspiradas por una ola de protestas en el mundo árabe, las manifestaciones antigubernamentales en Daraa y por lo menos cuatro pueblos cercanos se han convertido en el principal desafío interno desde la década de 1970 para el gobierno sirio, uno de los más represivos en el Oriente Medio.
La Policía lanzó un ataque implacable el miércoles en un vecindario donde se concentran los manifestantes antigubernamentales y mataron a varios en una operación de casi 24 horas, dijeron testigos.
Un residente de Daraa con quien se tomó contacto telefónicamente desde Damasco dijo que, según testigos, había por lo menos 34 muertos.
Agregó que al menos 20 cadáveres fueron trasladados al Hospital Nacional de Daraa y siete a otros hospitales en la vecindad.
A media tarde, grupos de los pueblos cercanos de Inkhil, Khirbet Ghazale y al-Harrah trataron de marchar hacia Daraa, pero las fuerzas de seguridad los recibieron a tiros. El residente agregó que allí hubo siete muertos y cientos de heridos.
El residente habló con la condición del anonimato por temor a represalias. "Fue un día muy difícil y sangriento", afirmó. "Hay un estado de toque de queda no declarado en Daraa y cuando los soldados ven a cuatro o cinco personas reunidas, disparan. Daraa es hoy como un pueblo fantasma", agregó.
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