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BEIJING, China, abr. 5, 2013.- Es el primer lugar mundial en teléfonos celulares, con 986 millones de aparatos. El primer lugar mundial en teléfonos fijos, con 285 millones. El primer lugar mundial en usuarios de internet con 389 millones. El primer lugar mundial en venta de automóviles, con más de 20 millones de unidades anuales.
La República Popular China, transformó el milagro en potencia económica y ya es la segunda economía del mundo, sólo por debajo de los Estados Unidos.
"China hoy en día se perfila en el corto plazo como la economía más grande del mundo", afirmó el coordinador del Centro de Estudios China-México.
China es el mayor consumidor de cobre, de zinc, de platino, de acero y de cemento.
De copiar productos y fabricar a costos mínimos, China se transformó para desarrollar tecnología.
Hoy produce celulares, televisiones, automóviles y aviones y cuenta con dos de los aeropuertos más transitados del mundo: Beijing y Hong Kong.
"Hemos visto una China que ha desarrollado sus fuerzas productivas, que ha incorporado conocimiento y tecnología al proceso de industrialización, que ha desarrollado una red muy importante de centros de investigación y universidades", detalló Amapola Grijalva, vicepresidente de la Cámara de Comercio y Tecnología México-China.
La República Popular China es el primer exportador e importador global y poseedor de la mayor cantidad de reservas monetarias del mundo.
Con una población de más de mil 300 millones de habitantes.
Y un modelo mixto, de comunismo y capitalismo, logró sacar de la pobreza a más a 400 millones de personas en unos cuantos años.
"China se ha convertido en uno de los actores globales más importantes", afirmó Sergio Ley, ex embajador de México en China.
El crecimiento económico de China ya no es tan acelerado, pero las cifras siguen siendo impresionantes.
"Pero con un 7% de crecimiento anual, es más que sano para un desarrollo sustentable".
Y mientras que algunas economías de Europa y de otras regiones están en quiebra, China ha encontrado el modelo para seguir adelante.
La OCDE prevé un crecimiento de 8.5% este año y de 8.9% en 2014.
Principalmente, gracias a un aumento en la demanda e inversión interna.
Ahora también invierte en el sureste de Asia y en la industria petrolera de África.
Al visitar China, observamos muy pocas estatuas o monumentos del fundador del comunismo, Mao Tse-Tung, pero si se aprecian las marcas y franquicias más conocidas del mundo capitalista.
Si algo identifica al gigante son los conjuntos interminables de construcciones.
Cientos, miles de grúas trabajan para transformar la sociedad rural en urbana.
China se propone superar la pobreza que todavía vive alrededor del 13% de su población, según cifras de la ONU.
La ciudad más poblada de China es Shangai, con más de 10 mil rascacielos y varias de las torres más elevadas del mundo.
Con el horizonte cubierto de rascacielos y una pujante economía, la ciudad de Shangai es el líder indiscutible en el comercio y las finanzas de Asia.
Cuenta con un distrito nuevo para un millón y medio de habitantes, construido con normas de ahorro de agua y energía.
Miles de coches nuevos circulan en vialidades de cinco pisos y un avanzado sistema de túneles.
Shangai es capital de la moda y de las compras del sureste asiático.
Hace poco se construyó el puente Donhai, es el más largo del mundo sobre el mar, con 32 kms de longitud, para impulsar el comercio internacional.
China presenta avances en infraestructura, como carreteras, centrales nucleares, presas y trenes rápidos.
Pero todavía es un país en desarrollo que enfrenta retos como la desigualdad social, corrupción, piratería y daños en el medio ambiente.
AGHO
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