El humo blanco

Es esperado por multitudes en la Plaza de San Pedro y es el modo tradicional con que se anuncia la elección de un nuevo papa

CIUDAD DE MÉXICO, México, mar. 2013.- Una de las tradiciones más conocidas a nivel mundial, en relación con el cónclave, es el de la "fumata bianca", expresión en italiano que significa humareda blanca. Es un sistema de comunicación con el pueblo romano y a todo el mundo que da seguimiento a un proceso electoral que transcurre en la Capilla Sixtina dentro del complejo Vaticano.

"En esa procesión van a cantar las letanías de los Santos y estando ya dentro reunidos todos los cardenales electos van hacer una invocación al Espíritu Santo de modo que él lleve a buen término esta elección a la que han sido convocados", explica Gerardo Cruz, investigador del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc).

"El humo blanco es esperado por multitudes durante días en la Plaza de San Pedro y es el modo tradicional con que se anuncia la elección de un nuevo papa, de ahí la expresión latina "habemus papam", que significa tenemos papa", agrega.

"En el caso de que las boletas que también tienen una forma de doblarse para que pueda ser la votación efectiva sean quemadas y entonces si producen humo negro indicarán que no tendremos papa todavía, esperaremos las votaciones vespertinas esperando humo blanco", detalla el investigador del Imdosoc.

Cuenta la tradición católica que cuando murió el papa Clemente VII, en la ciudad medieval de Viterbo, los cardenales no llegaban a un acuerdo para elegir el próximo papa, entonces, el gobernador de la ciudad, Reynir Gatto, los aprisionó en un palacio y no los libero hasta después que eligieron el nuevo papa, posteriormente Gregorio X, quien fuera uno de los romanos pontífices más insignes del Siglo XIII, convirtió este acto en una  ley canónica que sigue hasta la actualidad.

"Porque Gregorio X es producto de una elección muy larga que duró casi 3 años, duró 34 meses cuando el papa Clemente VII murió en la ciudad de Viterbo en Italia y él era catedral de esa ciudad", afirma Gerardo Cruz.

Tras cada sesión de escrutinio hay dos votaciones, las papeletas de voto y las notas de los escrutadores se queman en una estufa, entonces, el humo sale por una chimenea sobre el tejado de la Capilla Sixtina.

Cuando el resultado de las votaciones es negativo, los papeles se queman junto con paja húmeda, lo que produce un humo negro, significa que ningún candidato ha alcanzado los dos tercios necesarios para salir papa.

Si de la elección ha salido elegido un candidato, y éste ha aceptado la responsabilidad, los papeles se queman usando paja seca, lo que da lugar a un humo de color blanco, en la actualidad el color del humo se consigue con aditivos químicos y es la señal que anuncia al mundo la elección de un nuevo papa.

"Cuando el papa sea electo, los cardenales reunidos harán un obsequium al cardenal que al momento de aceptar la elección se constituye el papa, los cardenales hacen el obsequio, que es una reverencia y entonces se comprometen en obediencia con el nuevo papa, el papa es investido ya como sumo pontífice y sale al balcón de la Plaza de San Pedro", señala el investigador.

En los tres últimos cónclaves, dos en 1978 y otro en 2005, el sistema no parece haber funcionado correctamente.

"Parecía que teníamos papa en el cónclave que eligió a Juan Pablo II al cardenal Wojtyla y parecía que no teníamos papa es decir, había un humo gris", recuerda el especialista del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana.

En el año 2005 se incorporó una estufa auxiliar con el propósito de quemar productos químicos que tiñeran claramente el humo ya sea blanco o negro.

REB