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VATICANO, vaticano, mar. 11, 2013.- La Capilla Sixtina está llena de magníficas obras de arte, pero esta semana el objeto que acaparará la atención de todos en el Vaticano será una simple chimenea de cobre, de dos metros de altura, erguida sobre el tejado del histórico recinto.
De esa chimenea saldrá la "fumata", la columna de humo que indicará si el catolicismo mundial tiene un nuevo pastor: blanca si hay nuevo papa, negra si todavía no hay acuerdo.
Cuando bomberos del Vaticano montaron la chimenea unos días atrás, quedó claro que los preparativos para elegir el sucesor de Benedicto XVI estaban a toda máquina.
Se prohibió la entrada de turistas a la Capilla Sixtina y se instalaron dos estufas al fondo del lugar, lejos del altar y de donde los cardenales estarán reunidos y escribirán en trozos de papel el nombre de su preferido.
En el pasado, las papeletas iban a una de las estufas junto con madera o paja húmeda a fin de producir una humareda negra para indicar que todavía no hay papa.
Pero ese sistema no funcionó, ya que era difícil distinguir los colores y generaba confusión entre los asistentes que contemplaban atentos la chimenea desde la Plaza de San Pedro.
Por lo tanto, en el 2005, para el cónclave en que se eligió a Benedicto XVI, el Vaticano intentó otro sistema: instaló una segunda estufa que emana humo producido por sustancias químicas. La humareda de las papeletas quemadas en la primera estufa y la humareda colorada de la segunda estufa se combinaban en una chimenea, que producía una columna de humo visible de todos.
Sin embargo, esa solución tampoco funcionó, y seguía reinando la confusión. No se sabe ahora si el Vaticano perfeccionó su método.
Los cardenales, ya enclaustrados, realizarán su primera votación la tarde del martes. Si no hay acuerdo, en los próximos días habrá votaciones, hasta dos por la mañana y dos por la tarde, hasta que haya la mayoría de dos tercios.
HVI
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