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CIUDAD DE MÉXICO, México, ene. 13, 2011.- El Instituto de las Mujeres (Inmujeres) del Distrito Federal lamentó los homicidios de mujeres en Chihuahua y opinó que han sido víctimas de la "invisibilidad institucionalizada" de autoridades que se resisten a entender la consigna "Ni una muerta más".
Condenó las muertes de Marisela Escobedo y de Susana Chávez al reiterar que "las mujeres tienen derecho a tener derechos, a salir a la calle sin temor, a divertirse sin reproche, a ser lo que decidan ser, a trabajar con confianza, a vivir una vida libre de violencia".
Recordó que a casi un mes del homicidio de la activista Marisela Escobedo en Ciudad Juárez, el 6 de enero se registró el primer feminicidio de este año en esa ciudad, cuando la activista Susana Chávez fue asesinada y mutilada, al parecer por tres menores de edad.
Externo su preocupación por la escalada de violencia contra las mujeres y exigió las garantías de seguridad para quienes alzan su voz exigiendo justicia para sus hijas, hermanas, amigas y compañeras.
El Inmujeres capitalino señaló que este crimen suma un agravio más a la dolorosa lista de 306 mujeres asesinadas impunemente durante 2010 en esa ciudad fronteriza y los 922 feminicidios registrados en el Estado de México entre 2005 y 2010.
En este sentido, criticó la decisión de los funcionarios que votaron contra la investigación preliminar a la declaratoria de alerta de género en el Estado de México, pues "la violencia feminicida es hoy un problema de alto impacto social, cuyos efectos adversos no deben ser minimizados" y se tienen que atender de forma urgente.
Exhortó a las autoridades para hacer una investigación exhaustiva que esclarezca y castigue a los culpables del asesinato de Susana Chávez, sin descontextualizar, trivializar o relativizar los hechos, para que "no se responsabilice a las víctimas de la violencia en su contra".
"A Susana Chávez también la mató la pobreza y la inseguridad, la ausencia de políticas públicas sociales que mitiguen las consecuencias de la violencia extrema", así como la limitada visión sobre violencia de género de las instancias competentes para procurar e impartir justicia, sostuvo.
Este homicidio es resultado de la "descomposición social que ha generado la pobreza y la violencia en la que viven poblaciones marginadas de cualquier oportunidad de desarrollo económico, social y cultural", concluyó el Inmujeres del Distrito Federal.
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