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CIUDAD DE MÉXICO, México, jun. 13, 2011.- El Secretario Técnico del Consejo Nacional de Seguridad Pública, Alejandro Poiré, publicó este lunes en su blog de la página de internet de la Presidencia de la República, lo que califica como el tercer mito en la lucha por la seguridad que encabeza el Gobierno federal.
Señala que es falso que la presencia de la autoridad detone sistemáticamente la violencia.
Pone los siguientes ejemplos, en que se comparó el índice de homicidios 6 meses antes y 6 meses después de la detención o muerte de algunos jefes de organizaciones criminales:
Según las cifras que presenta, en los casos de Arturo Beltrán Leyva y de Ignacio Coronel, la tendencia de homicidios se mantuvo después de sus muertes.
En los casos de Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén y Nazario Moreno González, se registró un ligero incremento en homicidios tras sus muertes.
En la detención de Eduardo Arellano Félix y la muerte de Alberto Pineda Villa, disminuyó el número de homicidios posteriores.
En el caso de Vicente Carrillo Leyva aumentaron los homicidios tras su detención.
Y en los casos de Teodoro García Simental, Edgar Valdez Villarreal y Flavio Méndez Santiago, no hubo efectos visibles tras sus detenciones.
Por lo tanto, asegura Poiré, no hay ningún fundamento que permita asegurar que de manera sistemática la presencia de fuerzas federales contribuya al aumento de la violencia.
Señala que hay otros factores que inciden, como los enfrentamientos entre organizaciones rivales, y por las disputas por los reacomodos al interior de cada organización criminal.
El mensaje concluye diciendo que la única estrategia viable para disminuir la capacidad criminal de esas organizaciones es debilitándolas, así como proteger a los jóvenes del riesgo de las adicciones y mejorando las instituciones federales y locales que combaten a la delincuencia.
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