Celebra el Papa fiesta de la Asunción de la Virgen

Advierte Benedicto XVI que un mundo empeñado en alejarse de Dios no puede ser un mundo mejor, sino peor; habla ante cientos de fieles durante la fiesta de la Asunción de la Virgen María

CIUDAD DEL VATICANO, ago. 15, 2012.- El Papa Benedicto XVI dijo hoy miércoles que la fiesta de la Asunción "es una realidad que afecta" a todos los seres humanos porque "indica de forma luminosa" su "destino, el de la humanidad y el de la historia".

El Papa Ratzinger habló así desde el balcón de su residencia de Castel Gandolo, localidad donde pasa sus vacaciones estivales, tras recitar El Ángelus ante unos 3.000 fieles y peregrinos allí congregados.

Advirtió que un mundo empeñado en alejarse de Dios no puede ser un mundo mejor sino peor.

Poco antes de las 08:00 horas locales (06:00 GMT) el Pontífice dejó el palacio apostólico de verano, ubicado en esa pequeña localidad, atravesó la plaza local por unos metros y alcanzó el templo ?San Tommaso da Villanova?, que se encontraba lleno de fieles.

Durante la homilía de la celebración el líder católico recordó que actualmente se habla mucho de un "mundo mejor", el cual constituiría la gran esperanza de la humanidad.

"Si y cuándo este mundo mejor venga, no lo sabemos. Seguro es que un mundo que se aleja de Dios no se vuelve mejor, sino peor. Sólo la presencia de Dios puede garantizar un mundo bueno", indicó.

"Una cosa, una esperanza es segura: Dios nos espera, nos atiende, no vamos al vacío, somos esperados. Dios nos espera y encontramos, yendo al otro mundo, la bondad de la madre, encontramos a nuestros seres queridos, encontramos el amor eterno", agregó.

Más adelante estableció que la festividad de la Asunción, que recuerda la elevación de la madre de Cristo a los cielos, debe despertar gran alegría y gran esperanza en los católicos.

Ponderó que gracias a la Asunción los fieles saben que en Dios existe espacio para los hombres y que al morir uno no se aleja de los seres humanos, como María que no se fue a una galaxia desconocida, sino que se quedó muy cerca de la humanidad.

"María es cercana, puede escuchar, puede ayudar. La presencia de Dios en nosotros puede iluminar el mundo en su tristeza, en sus problemas y esta presencia se concretiza en la fe", apuntó

Benedicto XVI, de 85 años, recordó que tanto en Occidente como en Oriente se celebra la solemnidad de la Asunción de la Virgen María al Cielo y que el dogma fue proclamado por la Iglesia Católica en 1950 en tiempos del papa Pío XII.

Para los cristianos -refirió-, la Asunción recuerda la fe no la corrupción del cuerpo de María: en el momento de la muerte, la Virgen para los cristianos, subió a los cielos donde participa de la gloria de Dios, y a la que, añadió: "Estamos llamados cada uno de nosotros y toda la Iglesia".

El Papa alemán recordó también que la iglesia ortodoxa proclamó en el Concilio de Efeso de 431 la fiesta de la "dormición" por la que la Virgen sale de la escena de este mundo glorificada en alma y cuerpo en el Cielo, en Dios.

Benedicto XVI sostuvo que María está asociada en modo particular a la pasión y gloria de su Hijo.

La Asunción al Cielo de María "es por tanto el misterio de la Pascua de Cristo plenamente realizado en ella", subrayó el Papa.

Y recordó la visita de María a Isabel, "cuando fue proclamada bendita entre todas las mujeres y beata porque creyó en el cumplimiento de la palabras que le fueron dichas por el Señor", señaló el Papa alemán.

Después, saludó a los presentes en varios idiomas, incluidos los de lengua española.

"En la fiesta de la Asunción de la Virgen María, contemplamos a la Madre de Dios participando con su cuerpo y alma en la gloria del cielo", dijo en español.

"En ella vemos ya realizada la plenitud de vida a la que todos estamos llamados. Que la certeza de su intercesión maternal sobre cada uno de nosotros fortalezca nuestra esperanza y acreciente nuestro amor. Que Dios los bendiga", concluyó.