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MADRID, España, mar. 15, 2011.- El gobierno de Bahrein impuso este martes el estado de emergencia durante tres meses para contener las protestas pro democracia, luego de que al menos 200 personas resultaron heridas por disparos de las fuerzas de seguridad en una villa del sur de ese país.
La restricción fue anunciada un día después de que tropas de Arabia Saudita y Emiratos Arabes Unidos (EAU) llegaron a Bahrein a petición de Manama para hacer frente a las protestas contra el príncipe heredero Salman ben Hamad al Khalifa, que han derivado en disturbios.
Violentos enfrentamientos se registraron este martes en el área chiíta de Sitra, en el sur de Bahrein, cuando las fuerzas de seguridad intentaron dispersar a los manifestantes y dispararon contra ellos, reportó el canal árabe de noticias Al Arabiya.
Fuentes hospitalarias en Sitra indicaron que al menos dos hombres perdieron la vida en los enfrentamientos, pero que las fuerzas de seguridad habían disparado contra más de 200 personas que se manifestaban y resultaron lesionadas.
La televisión estatal interrumpió su programación habitual para anunciar un estado de emergencia de tres meses en ese estratégico Estado del Golfo, como parte de las medidas adoptadas por el gobierno 'para preservar la seguridad de la nación y de su pueblo'.
La medida pretende el regreso a la normalidad, establecimiento del orden y la seguridad y detener las violaciones que han generado disturbios, explicó el ministro del Interior, Rashed al-Khalifa, y advirtió que se usarían otro tipo de medidas en caso necesario.
Tropas de Arabia Saudita y de EAU entraron el lunes a Bahrein, lo cual suscitó críticas de Irán, cuyo gobierno dijo que la intervención militar en un país de mayoría chiita era inaceptable. 'Bahrein tiene demandas, que son legítimas y se expresan pacíficamente', añadió.
El gobierno saudita aclaró de inmediato que respondió a una petición de ayuda de un vecino en el marco de un pacto de defensa mutua del Consejo de Cooperación del Golfo, de seis países.
Miles de manifestantes marcharon a la embajada de Arabia Saudita en Manama, coreando consignas contra el rey y jurando defender el país de las fuerzas de 'ocupación'.
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