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TUXTLA GUTIÉRREZ, México, jul. 27, 2013.- Su verdadero nombre es Feliciano Díaz Díaz, tiene 10 años y es el mayor de cuatro hermanos.
El niño que sufrió abuso de autoridad por parte de un inspector de vía pública en Villahermosa, Tabasco, es de origen tzotzil y vive en el paraje Yut-Osil II de la comunidad El Romerillo, municipio de San Juan Chamula, Chiapas.
Su madre Andrea, de 27 años de edad, pide a las autoridades ayuden a su hijo a regresar a casa. "No se nada de él, lo único que yo quiero es que las autoridades me traigan a mi hijo".
Feliciano viajó a Tabasco con cuatro primos más para vender dulces en ese estado, donde vive su tía Gloria Díaz Hernández. Los niños fueron a trabajar para recaudar dinero para los útiles escolares que necesiten en este regreso a clases.
Su madre dice que "no está robando, el no está haciendo nada, sólo trabaja para conseguir dinero para seguir en la escuela". Habitantes de la comunidad El Romerillo, quienes conocen a la familia de Feliciano, también desconocen el paradero del menor.
Manuel Hernández Gómez, maestro local, afirma que "la señora está en la casa muy preocupada porque su hijo no sabe nada, osea es que le dijeron que había salido de Tabasco para venir a su casa aquí en Yut- Osil, pero no, no ha venido el niño".
Feliciano Díaz culminó el cuarto grado de primaria. En agosto regresará a cursar el quinto año, en la escuela primaria bilingüe "Josefa Ortiz de Domínguez".
Feliciano es un niño de escasos recursos económicos. Desde hace dos meses, su padre migró a Cancún, Quintana Roo, en busca de un empleo para mantener a sus cuatro hijos.
MLV
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