CIUDAD DE MÉXICO, México, jun. 11, 2013.- "En México, en el mapa, en la historia no existimos los negros para acá no hay negros", reconoce Paula Roberta Herrera, negra afroamexicana.
"Formamos parte de un montón en el cual obtenemos lo que sobra", dice Juliana Acevedo Ávila.
Su historia no está escrita en libros oficiales. No son reconocidos como una etnia, tampoco están contemplados en la Constitución. Ni siquiera se sabe cuántos hay en el país.
Los negros afromexicanos forman parte de un grupo invisibilizado y siempre en desventaja. La mayoría vive en condiciones de pobreza y permanece al margen de políticas públicas que les permitan mejorar su calidad de vida.
"Pues no entras, porque eres negro y no estás legalmente reconocido", dice Humberto Hebert Silva Silva
"Te dicen no porque es una limitante el hecho de que tu no hablas mixteco, amusgo, chatino, no tienes una lengua que te respalde. Espérate y tal vez que te quede te pueda ayudar", afirma Juliana Acevedo Ávila.
"Se les considera extranjeros o se les considera inferiores. La falta de reconocimiento hace que la invisibilidad y la falta de políticas, la falta de atención ponga en una situación de desventaja permanente, y en una situación de discriminación", asegura Ricardo Bucio, presidente de la Conapred.
Primero Noticias viajó a la comunidad José María Morelos, en el municipio de Santa María Huazolotitlán, en la Costa Chica de Oaxaca. Una comunidad de negros donde la herencia africana está vigente, igual que las necesidades.
Carencias que se hacen visibles en las calles, la mayoría sin pavimentar y con alumbrado público limitado. En las escuelas, donde no siempre llegan completos los juegos de libros de texto y sobre todo en materia de salud.
Un estudio realizado por la UNAM y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación en mayo del 2007, reveló que siete de cada 10 afromexicanos no tienen acceso a servicio médico.
Este municipio es un ejemplo, la clínica da servicio de lunes a viernes. Sólo de día. Los medicamentos son insuficientes y no hay ambulancia, mucho menos un quirófano.
En caso de una emergencia, los habitantes llegan a pagar hasta 600 pesos para trasladarse a Pinotepa Nacional, ciudad ubicada a casi una hora en automóvil.
Esperanza sabe del recorrido y de la angustia que ocasiona no saber si hay tiempo suficiente para hacer el viaje. En agosto del 2009, dos de sus cinco hijos tuvieron un accidente.
"Los tumbó un caballo, la niña la quebró el caballo y el niño lo golpeó todo de la cabeza el caballo y lo golpeó todo, pero no llegué a tiempo a Pino con el niño, se me murió en el camino", recuerda Esperanza Rodríguez.
Regresó a José María Morelos para sepultarlo. Dos días después, llevó a su hija a una clínica particular de Pinotepa.
"La internamos a la niña en la clínica Rodríguez y nos cobraron como 50 mil pesos para poderla operar y como le metieron 8 tornillos en su pierna, anduvimos buscando dinero prestado para sacar a la niña y para enterrar al niño".
Hace dos meses, esperanza tuvo que salir de nuevo de su comunidad y conseguir dinero para recibir atención médica. Esta vez, fueron 20 mil pesos.
"Yo me empecé anotar que me iba creciendo la panza y me metí la mano y me sentí una bola. Fui al doctor me hicieron un ultrasonido y me dijeron que tenía un tumor que necesitaba operación", relata Esperanza Rodríguez.
"Cuando cualquier grupo de población no tiene acceso a los servicios en igualdad de circunstancias que de los demás. Eso es discriminación. Eso está prohibido legalmente", relata Ricardo Bucio, presidente de la Conapred.
A pesar de que los negros formaron parte importante de la construcción de lo que hoy es México y siguen aquí, este capítulo parece haber sido arrancado de la historia oficial.
La mayoría llegó en contra de su voluntad, fueron traídos como esclavos entre los años 1519 y 1650, de lo que hoy se conoce como Senegal, Gambia, Guinea, Mozambique, el Congo y Angola.
Desembarcaban, después de un viaje de más de 18 meses, en los puertos de Guerrero y Veracruz.
"Su abuelita, de mi abuelito traía el sello aquí marcado aún de que los marcaban, no tenían nombre solamente los llamaban por el número. Estaba tatuado su número y ¿llegó como esclava? Como esclava", explica Eva Dionicio Gasga, primera reina negra del municipio de Huazolotitlán, Oaxaca.
Formaron parte del largo proceso de mestizaje junto con indígenas y españoles, de ahí que se considere a los negros como nuestra tercera raíz.
Un estudio realizado en 1946 por el historiador Gonzalo Aguirre Beltrán señala que en varios periodos de la historia los negros ocuparon el segundo lugar, en cantidad, después de los indígenas. Por ejemplo en 1570, año en el que se registró a cerca de 6 mil 650 europeos y 20 mil 569 africanos.
"La propia historia nacional, como en otros países, no sólo en México, fue blanqueando la historia, fue eliminando la participación de la población afro, negra, mulata de la historia nacional", confirma el titular de la Conapred.
En los libros de texto, por ejemplo, se ha omitido el origen negro del segundo presidente de México, Vicente Guerrero, y del caudillo de la Independencia, José María Morelos y Pavón, personajes a los que, según historiadores, se les ha pintado con un color de piel más claro del que tenían.
AGHO
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