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PARÍS, España, nov. 1, 2012.- No importa si es oscuro o blanco, con leche, en bizcocho, en tableta, en golosinas o a la taza. El chocolate, un regalo divino de los mayas, despierta cada vez más pasiones, no sólo porque es un placer para el paladar, sino también por sus numerosos usos y propiedades que tiene para salud.
El Salón Internacional del Chocolate de París reúne este año a 400 profesionales del sector, 160 empresas de los rincones del mundo, y a 200 chefs de renombre que presentan sus mejores creaciones.
"El chocolate tiene muchas virtudes. Nos da placer, nos levanta el humor, nos revigoriza, y además es antidepresivo", dice Franck Daubos, maestro chocolatero.
Aquí las formas, combinaciones y sabores no tienen límite.
Los chocolateros rivalizan en creatividad e inventiva para atraer al público cada vez más exigente; ya hay chocolates con chile y hasta con mariscos.
Herveline Chognot, de la chocolatería francesa "Rody" dice: "Hacemos chocolate con sal, pimiento, canela, jengibre y muchas otras especias".
El célebre desfile de los trajes de chocolate hace derretirse de felicidad a los enamorados de la moda.
Dicen los organizadores que se trata del evento más dulce antes del fin del mundo.
Una maravillosa escultura de chocolate del Dios mexicano Quetzalcoatl, el portador del cacao a los hombres, deja boquiabiertos a los visitantes.
El chocolate esta por doquier, hasta en el té. Un visitante narra que pidió un té de cacao con naranja.
A pesar de la crisis, o más bien gracias a ella, el sector se porta muy bien.
La venta de este rico manjar crece a un ritmo de 7% anual. Cada segundo se consumen en el mundo 95 kilos de chocolate. ¡Buen provecho!
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