CIUDAD DE MÉXICO, México, ago. 15, 2012.-En el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México diariamente desfilan 70 mil pasajeros y 13 mil equipajes.
Hay 95 salas de espera y abordaje, utilizadas por 26 millones de usuarios al año.
Espacios, pasillos y puntos de revisión donde, por descuido o distracción, los viajeros han llegado a olvidar desde un celular, hasta las cenizas de sus seres queridos.
Montserrat Bolaños, auxiliar de la Ofician de objetos olvidados del aeropuerto, recuerda que ?eran cenizas de una persona fallecida, se vinieron a reclamar como cinco meses después? vinieron y explicaron por qué venía en una bolsa como de mandado la urna y explicó las características de la urna de cerámica, cómo era el color de la bolsa y se le hizo la entrega?.
En ese ir y venir de viajeros de cualquier parte del mundo, los objetos perdidos llegan a ser igual de variados.
De lo más cotidiano, como celulares, sombreros, un sombrero de marca, caro.
Hasta lo más insólito:
Erasto Rebolledo Ávalos, gerente de Seguridad del AICM, afirma que "lo más raro ha sido un féretro, hace un par de años?.
En las oficinas de objetos perdidos de la terminal uno y dos se concentra una lista interminable de artículos.
Ropa, dinero, juguetes, libros, lentes, alhajas y documentos, encabezan la lista de lo más extraviado.
Montserrat Bolaños señala que hay "desde un folder, hasta ifes, licencias, pasaportes, pases de abordar?.
En los puntos de revisión, también son asegurados otros artículos por el riesgo que representan.
"Los retenidos, estamos hablando de que son navajas, herramientas, objetos punzocortantes, botellas o artesanías", explicó Erasto Rebolledo, gerente de Seguridad del AICM.
Los objetos místicos y de hechicería se suman a la lista.
Lo más reclamados son los documentos personales.
De 700 a mil artículos llegan a diario a las dos oficinas de objetos perdidos del aeropuerto capitalino.
Ahí permanecen hasta 90 días, después de ese plazo son enviados a la delegación Venustiano Carranza.
"De acuerdo a lo que se establece, ellos tienen que llevar a cabo la venta de estos artículos y entregar una cuarta parte de esa venta al aeropuerto?, informó Rebolledo Ávalos.
Reza el dicho que nadie olvida el objeto querido, pero si la memoria falla puede ser que en esta oficina se encuentre lo que algún viajero está buscando.
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