CIUDAD DE MÉXICO, México, ago. 10, 2012.- Fernanda es profesora, experta en letras y con maestría en Filosofía.
Mujer de 35 años, apasionada lectora y madre, pero con depresión, un mal que ha tenido que enfrentar al igual que otro: la discriminación laboral.
"Yo no tenía derecho a trabajar en ningún lado. Si es una situación laboral y te discriminan, te están afectando otros derechos", añadió Fernanda.
"Y por una cuestión médica denominada trastorno depresivo mayor yo empiezo a tener un cambo en mi apariencia física, aproximadamente bajo 20 kilos de peso. Me piden un documento en donde diga específicamente cuál es el padecimiento, yo se los entrego, ahí dice trastorno depresivo mayor y ellos los utilizan para correrme", contó Fernanda Calderón Ávalos, víctima de discriminación laboral.
Así fue como Fernanda perdió su empleo como profesora del Instituto de Educación Media Superior del DF. Su argumento fue que estaba imposibilitada para trabajar.
"De ahí se agarran de todo esto, del trastorno depresivo para decir que yo no tengo derecho a trabajar y mucho menos a ser basificada como todos los demás", narró Fernanda Calderón Ávalos, víctima de discriminación laboral.
"Se restablece de su cuestión médica, sin embargo, el Instituto no le da la oportunidad, ni le respeta sus derechos. Entonces ella prácticamente se queda sin trabajo", dijo Montserrat Rizo, directora de seguimiento de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
En México, el rechazo por condiciones de salud está prohibido en la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación. Sin embargo, las entidades que más incurren en esta práctica son el Distrito Federal, Estado de México, Jalisco, Veracruz y Guanajuato.
"Y como mis intereses es más importante que al persona, entonces yo te despido y eso es discriminación, claro", explicó Jacqueine L Hoist, presidenta del Consejo para Prevenir la Discriminación del DF.
En el caso de Fernanda, la Comisión de Derechos Humanos del DF acreditó violación de la integridad por el despido, pues se incurrió en exclusión y discriminación.
El Instituto de Educación Media Superior rechazó la recomendación emitida por la CDHDF.
"Ellos niegan que haya sido víctima de discriminación. Fue una discriminación por omisión, realmente no les interesó que Fernanda se reincorporada", añadió Montserrat Rizo, directora de Seguimiento de la CDHDF.
El Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación del propio Gobierno del Distrito Federal ratificó las violaciones contra Fernanda.
"En el caso de María Fernanda lo que sucede es que valoran, consideran que la depresión la hace una persona que no puede ser 100 por ciento productiva o eficiente porque a lo mejor va a tener que faltar unos días por la depresión que tiene", añadió Jacqueine L´Hoist, presidenta del Consejo para Prevenir la Discriminación del DF.
Así pasaron cuatro años para Fernanda, sin empleo. De ser profesora con Maestría tuvo que ser comerciante ambulante y hasta llegó al extremo de una huelga de hambre para que la recontrataran.
Al final su lucha tuvo éxito. Ya hay un acuerdo firmado entre el GDF, la CDHDF y Fernanda para que pueda reincorporarse a sus labores.
Sin embargo, este caso evidencia una situación delicada. En México ya se estima que hay cuatro millones de trabajadores que sufren depresión.
"Es lo que más me duele, porque le depresión la superé con las medicinas y demás, pero el hecho de que a mí me arrebaten mi trabajo, es la experiencia más terrible que he tenido en mi vida", concluyó Fernanda Calderón Ávalos.
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