Sufre pérdida de apetito 30% de los niños mexicanos

Indican que la hiporexia es la pérdida de apetito en los pacientes pediátricos, provocada por diversas enfermedades, problemas de conducta o disfunciones familiares

GUADALAJARA, México, ago. 29, 2011.- La pediatra adscrita al Hospital General Regional 46 del IMSS Jalisco, Citlali Zamora Simental, señaló que la hiporexia o pérdida del apetito en niños es un padecimiento común que puede presentarse hasta en 30 por ciento de la población.

Indicó que la pérdida del apetito en los pacientes pediátricos puede ser provocada por diversas enfermedades, problemas de conducta o disfunciones familiares.

Expuso que se considera hiporexia la ausencia de apetito y el hecho de que los niños dejen de comer algunos de los alimentos que generalmente ingieren sin ninguna resistencia.

Señaló que las causas de la pérdida del apetito pueden ser diversas e incluyen enfermedades, como infecciones respiratorias, gastrointestinales o de vías urinarias.

Además de estados febriles, problemas metabólicos y endocrinológicos, deficiencia de vitaminas o anemia.

Expresó que en otros casos puede estar asociada a trastornos psicológicos, situaciones de estrés, hiperactividad o a difunciones familiares.

Apuntó que la hiporexia puede afectar a cualquier edad, aunque es más común en la edad preescolar, al indicar que hay casos de recién nacidos con hiporexia, que al ser tan pequeños el problema puede pasar desapercibido por los padres.

Enfatizó que en la consulta de pediatría de este nosocomio, de cada 10 niños diagnosticados con hiporexia el trastorno está asociado a enfermedades como las antes mencionadas.

'Sin embargo, en uno de cada 50 casos la causa es un problema de conducta en el que niño deja de comer para llamar la atención de los padres', expuso.

Señaló que la pérdida del apetito puede prolongarse e interferir en el desarrollo de la talla del menor y ocasiona que su estatura se detenga.

Advirtió que puede derivar en anemia o desnutrición y afectar el rendimiento escolar del menor, por lo tanto es necesario que los padres de familia estén alerta y acudan a las unidades de medicina familiar, para que los niños sean sometidos a mediciones de talla y peso de manera periódica.

Sobre el tratamiento de la hiporexia, refirió que es importante diagnosticar la causa que la origina y abordarla a fondo ya sea orgánico, psicológico o consecuencia de su entorno social o familiar.

'Es necesario suministrar vitaminas e incluso estimulantes del apetito para regularizar la ingesta de alimentos', dijo.