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NUEVO LAREDO, México, Jul. 14, 2012.- A pesar de las extrema vigilancia en ambos lados del río Bravo para prevenir a los migrantes de los peligros al cruzar a nado ilegalmente a los Estados Unidos, han muerto 43 migrantes.
En el presente año, Rescatistas Acuáticos del Departamento de Bomberos Municipales de Nuevo Laredo, Tamaulipas, han recuperado 21 cadáveres.
Gil Armando Arroyo, quien trabaja como rescatista acuático, habla sobre esta situación: "De enero a esta fecha, en este año de 2012, llevamos 21 personas que se han recuperado del río Bravo. A comparación del año pasado, ya íbamos en esta fecha aproximadamente como en unos trece, catorce".
La mayor cantidad de decesos corresponden a mexicanos deportados que han intentado regresar a territorio estadounidense.
Al respecto, Arroyo, señala: "Mucha gente quiere tratar de volver a regresar a los Estados Unidos y es donde por ese motivo aumentó la cifra".
La mayoría de los fallecidos no pudieron ser identificados y fueron enviados a la fosa común de Nuevo Laredo.
El calor es otro de los principales enemigos de hombres y mujeres que arriesgan la vida para lograr el "sueño americano".
Así lo confirma el testimonio de algunos migrantes: "Casi nos andamos asfixiando y caminamos un poquito y empezamos a sudar intensamente, no, no, se compara en nada a nuestro país".
En Laredo, Texas, el Consulado General de México, registra 22 muertes. De esa cifra, 18 perecieron por deshidratación e insolación en la zona semidesértica. También hubo 4 ahogados en el río Bravo.
La representación diplomática mexicana y la Patrulla Fronteriza aplican el operativo "No más cruces en la Frontera" que consiste en la difusión de mensajes preventivos a los migrantes, en español, a través de spots de radio y televisión.
Esta campaña forma parte de la "Iniciativa de Seguridad Fronteriza" instaurada por el Presidente estadounidense, Barack Obama.
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