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CIUDAD DE MÉXICO, México, mar. 17, 2011.- El operativo Rápido y Furioso aplicado por Estados Unidos nunca contempló el trasiego de armas mediante la frontera con México, práctica que este país hubiera considerado y considera ilegal e inaceptable, señaló la canciller Patricia Espinosa.
Al comparecer ante el Senado de la República, la funcionaria reconoció que las relaciones con la Unión Americana se encuentran "irritadas" y en una situación difícil, como ha ocurrido en otros momentos.
La titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) afirmó que el operativo "Rápido y Furioso" se dio dentro del diálogo entre las autoridades de ambos países, pero "de ninguna manera o en ningún momento contemplaba el trasiego de armas a través de la frontera".
Por ello, México solicitó formalmente información detallada para tomar una decisión al respecto.
Espinosa Cantellano explicó que México estaba informado de que se realizaría un operativo para detectar el tráfico ilícito de armas en Estados Unidos, pero de ninguna manera que éstas se enviarían hacia nuestro país.
Por ello, refirió que la Procuraduría General de la República (PGR), al igual que la Procuraduría de Justicia de Estados Unidos realizan las investigaciones referentes a ese asunto.
"Eso es de lo cual las contrapartes mexicanas estaban informadas: de operativos que pretendían incrementar la detección y la detención del tráfico ilícito de armas hacia México", expuso.
También se refirió al sobrevuelo de aviones estadounidenses no tripulados, los cuales, dijo, "no son violatorios de la soberanía nacional porque son controlados por el gobierno mexicano" y se efectúan para garantizar la seguridad de este país.
La canciller estableció que es facultad exclusiva del Ejecutivo federal autorizar los sobrevuelos de aeronaves en el espacio aéreo mexicano.
Incluso, aseguró, estas misiones fueron solicitadas por el gobierno mexicano para situaciones muy específicas y como un instrumento para obtener información e inteligencia que pretende defender la integridad de los mexicanos.
En ese sentido, discrepó con senadores de oposición en el sentido de que las operaciones de Estados Unidos se realicen por interés de ese país por su propia seguridad y por el contrario, aseguró que a México lo que más le preocupa es la seguridad de sus ciudadanos.
La canciller afirmó que México concede alta prioridad a las relaciones con Estados Unidos porque son muy complejas, amplias y sólidas y corresponde abordarlas con seriedad.
En ese sentido, defendió los términos de la Iniciativa Mérida cuyos detalles, recordó, han sido ampliamente discutidos con el Senado mexicano, y ofreció seguir hablando al respecto, aunque pidió que el diálogo se realice en comisiones para facilitar el entendimiento.
Sobre los cuestionamientos en materia de seguridad pública, detalló que la cancillería no es responsable directa de dichas operaciones y por lo tanto los detalles específicos se le deben pedir a otras autoridades.
En todo caso, explicó, el número de agentes de dependencias estadounidenses encargadas de la seguridad pública y procuración de justicia que operan en México está regulado por convenciones internacionales y se determina por acuerdo entre ambos gobiernos.
"Dicho número no se ha disparado, no está fuera de control ni ha registrado un crecimiento desproporcionado. Los agentes norteamericanos no están actuando fuera de la ley", puntualizó.
Sin embargo, rechazó especificar el número de agentes estadounidenses en México porque, dijo, se trata de información clasificada porque es de seguridad nacional e inclusive así lo ha señalado el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI).
La canciller también destacó la necesidad de poner énfasis en las relaciones institucionales por encima de las personales en materia de asuntos internacionales, cuando se trata de la vinculación con cualquier otro país, incluido Estados Unidos.
Acerca de la relación con Francia, Espinosa Cantellano sostuvo que es intensa y nos unen fuertes lazos culturales y de amistad que son sólidos y existe un diálogo permanente y con actividades en prácticamente todos los ámbitos.
El diferendo entre ambos gobiernos sobre el caso de la ciudadana Florence Cassez, que llevó a la cancelación lamentable del Año de México en Francia es parte de una posición firme e invariable del gobierno mexicano de aceptar lo que diga el Poder Judicial, expuso.
Asimismo, insistió en que de acuerdo con el Estatuto de Estrasburgo, México tiene derecho a negar el traslado de la ciudadana francesa a su país, e inclusive nada lo obliga a ofrecer explicaciones al respecto.
En su discurso de más de 40 minutos y que se suponía debería durar 30, la secretaria de Relaciones Exteriores rechazó las afirmaciones de senadores sobre el fracaso de la política exterior mexicana.
Particularmente, señaló, las buenas relaciones con América del Sur, y señaló como ejemplo la Cumbre de la Unidad América Latina y el Caribe y el ingreso, bajo la presidencia mexicana de Cuba al Grupo de Río.
También calificó como un enorme éxito el resultado de la Cumbre de Cambio Climático, efectuado en Cancún, que reafirma el liderazgo de México en el ámbito internacional.
En el posicionamiento de los partidos políticos representados en el Senado, los legisladores, con excepción de los del PAN, le exigieron pronunciarse sobre las recientes declaraciones del embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual.
Los senadores consideraron necesario exigirle al gobierno de Estados Unidos un cambio de representante, sobre todo cuando el presidente Felipe Calderón ha señalado que la actitud de Carlos Pascual es inaceptable para México.
Durante sus intervenciones y las réplicas de los legisladores, la canciller no abordó ese tema.
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