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CIUDAD DE MÉXICO, México, abr. 15, 2013.- Suman 3 muertos tras las explosiones en Boston, dio a conocer el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick.
El número de lesionados se elevó a más de 100 heridos. El gobernador dijo que ante los trágicos acontecimientos en Boston se incrementó el nivel de seguridad; la policía limita el acceso a la zona del estallido.
Entre los muertos se encuentra un niño de ocho años que aún no ha sido identificado.
En tanto, ocho hospitales reportan que al menos 134 personas reciben atención médica. De ellas, al menos 15 de ellas en estado crítico.
Muchas víctimas sufrieron lesiones en la parte baja de las piernas y ruptura de tímpano.
"Esto es algo que no nunca había visto en mis 25 años aquí... Tal cantidad de matanza entre la población civil. Esto es algo que esperamos de la guerra", dijo Alisdair Conn, jefe de servicios de emergencia del Hospital General de Massachusetts.
El médico Richard Wolfe, jefe del departamento de emergencias del Centro Médico Diaconisa Beth Israel, dijo que uno o dos de los pacientes del hospital enfrentan una "alta probabilidad de fallecimiento".
Un incendio se registró en la biblioteca John F. Kennedy a varios kilómetros (millas) de distancia y más de una hora después de las primeras detonaciones. El jefe de la Policía, Edward Davis, dijo que no se reportaron heridos en ese incidente, causado por un dispositivo incendiario y al parecer sin relación con las explosiones.
Un funcionario de alto rango de inteligencia de Estados Unidos indicó que otros dos dispositivos explosivos fueron encontrados cerca de la meta del maratón y estaban siendo desactivados. El funcionario habló a condición de mantener el anonimato debido a que no estaba autorizado a revelar públicamente información al respecto.
La Armada de Estados Unidos ha enviado a Boston a tres integrantes de una de sus unidades de detonación controlada para ayudar a las autoridades locales en lo que sea necesario.
La Policía investiga las explosiones y también revisa otras bolsas y paquetes que podrían haber pasado desapercibidos.
Un funcionario de la Casa Blanca que habló bajo el anonimato porque la investigación sigue en curso dijo que el ataque está siendo tratado como un acto terrorista.
Las autoridades no han dado información sobre el posible motivo o quién habría perpetrado el ataque en uno de los maratones de mayor prestigio en el mundo, y la Policía ha indicado que no hay sospechosos detenidos.
El gobierno en Washington señaló que ningún grupo ha asumido la responsabilidad de las explosiones.
Unas dos horas después de que los ganadores cruzaran la meta, hubo una fuerte explosión en la parte norte de la calle Boylston, poco antes del lugar de las fotos que demarca la línea de meta. Otra explosión pudo escucharse unos cuantos segundos después.
Las detonaciones se registraron aproximadamente cuatro horas después de haber iniciado la carrera. Para entonces, más de 17.000 corredores habían cruzado la meta, pero miles más seguían recorriendo el trayecto.
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) creó una zona de exclusión de vuelo sobre el lugar de las dos explosiones y ordenó que los vuelos con destino el Aeropuerto Internacional Logan, de Boston, permanezcan en tierra en los aeropuertos de todo el país.
Aproximadamente una hora después de las explosiones, la FAA emitió un aviso a los pilotos sobre la creación de una zona de exclusión de vuelos de un radio de 5,63 kilómetros (3,5 millas) sobre el número 811 de Boylston Street. La zona luego fue reducida en un aviso posterior a un radio de 3,7 kilómetros (2.3 millas). La zona se limita a vuelos debajo de los 914,4 metros (3.000 pies) de altura, las que es muy inferior a la que vuelan la mayoría de las aerolíneas excepto cuando aterrizan o despegan.
Con información de AP
HVI
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