NYTimes arremete contra agencia de control de armas en EU

Su editorial del domingo denuncia que la agencia encargada de supervisar venta de armas no tiene director permanente desde hace seis años

CIUDAD DE MÉXICO, México, dic. 31, 2012.- En su editorial del domingo, el diario estadounidense 'The New York Times' señala que mientras el presidente Barack Obama busca reducir la violencia derivada del uso de armas, tras la masacre en Connecticut, hay un 'vacío' de liderazgo en la Agencia para el Control del Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos.

El diario afirma que esa agencia, involucrada en un escándalo por la Operación 'Rápido y Furioso' para investigar el tráfico de armas a través de la frontera con México, no ha tenido un director permanente en los últimos seis años 'desde que la Asociación Nacional del Rifle persuadió al Congreso de que ese cargo requería confirmación del Senado'.

El 'New York Times' afirma que el presidente Obama nominó a Andrew Traver en el 2010 y que su confirmación se ha retrasado sin razón, excepto por la oposición de la Asociación Nacional del Rifle y el rechazo de la Casa Blanca a involucrarse en una batalla para cubrir ese cargo.

Aunque, dice el editorial del NYTimes, es una batalla que vale la pena. El diario afirma que una de las tareas inmediatas del vicepresidente Joseph Biden, que encabeza el nuevo grupo de la Casa Blanca contra la violencia con armas, es enfocarse en desmantelar los obstáculos sin sentido que impiden el funcionamiento diario de la Agencia para el Control del Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos.

La ATF (por sus siglas en inglés) ha sido afectada, según el editorial del 'The New York Times', por restricciones legislativas apoyadas por la Asociación Nacional del Rifle. Por ejemplo, una ley de 1986 prohíbe a los agentes de la ATF hacer más de una inspección sorpresa cada año, a los vendedores de armas, una regla que sólo sirve para proteger a comerciantes sin escrúpulos.

El presidente Obama ha reiterado su compromiso para lograr reformas sobre el manejo de armas. Además de la prohibición a las armas de asalto, debería presionar para eliminar la venta de municiones de alto poder y cerrar los huecos que permiten a los criminales evadir la revisión de sus historiales en las ferias de armamento. Dar mayor poder  a la ATF es otro paso que claramente debe ser parte de esta agenda.

ML