Halloween se apodera de Guatemala

En Guatemala, la Mara Salvatrucha dedica el Halloween a la Santa Muerte 'por lo que ha dado a la pandilla', ofrendándoles su alma y sacrificando a un integrante de su clica

GUATEMALA, Guatemala, Oct.30, 2012.- La celebración del Día de Brujas o Halloween, en Guatemala, se ha convertido en una celebración que han acogido muchos hogares guatemaltecos, a pesar de que más del 60% de los ciudadanos profesan la religión católica.

Entre disfraces, dulces y alimentos conmemorativos, son los más pequeños quienes pueden verse desde ya, asistiendo a sus centros educativos disfrazados de algún personaje.

Según la Iglesia Católica en Guatemala, esta celebración es un tributo a los espíritus del mal, por lo que han realizado un llamado a la población en general para abstenerse de conmemorar esta festividad pagana.

Datos del Ministerio Público revelan que en años anteriores, el 31 de octubre es el día en que más desapariciones de personas y más hechos delictivos se realizan, atribuidos a los ritos satánicos que se realizan durante este día.  Expertos indican que son las pandillas o maras, quienes más pactos con el diablo y con la Santa Muerte realizan.

Fecha relevante para la Mara

Mala Cara, un ex integrante de la Mara Salvatrucha, comenta que este es el día dedicado a retribuirles a Satanás y a la Santa Muerte todo lo que le han dado a la pandilla, ofrendándoles su alma y sacrificando a un integrante de su clica.  Este ex pandillero confiesa que es este día en donde más "hoomies" o integrantes recluta y se adhieren a las pandillas, siendo una fecha relevante para ellos.

A pesar de que esta celebración ha sido adquirida del mundo occidental, los guatemaltecos abarrotan las discotecas, bares y restaurantes en donde se realizan concursos de disfraces.

Para muchos hogares guatemaltecos aún conservadores, el 31 de octubre es el último día del décimo mes del año, el cual no representa mayor importancia.

Hoy esta celebración anglosajona ha cimentado sus bases en los ciudadanos guatemaltecos consumistas, que encuentran en esta fecha un motivo más de celebración y fiesta, en su mayoría, en la capital del país, ya que 70% de la población indígena que radica en el interior de la república no practica esta pagana celebración.