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LONDRES, Inglaterra, jun. 14, 2011.- Un hombre ya pensionado en el Reino Unido, de 67 años de edad, enfrenta años en prisión por intentar realizar un fraude de un millón de dólares.
Anthony McErlean intentó falsear su propia muerte, llenando el formulario para su aseguradora a nombre de su mujer, asegurando que había muerto en un accidente en Honduras en diciembre de 2009.
McErlean aseguró a nombre de su esposa que mientras cambiaba una llanta en el país centroamericano, un camión que transportaba calabazas lo había atropellado.
McErlean adjuntó un testimonio falso que aseguraba que su cuerpo había sido llevado a un pueblo cercano y que la gente local lo había enterrado.
La aseguradora, que nunca llegó a pagar el dinero, sospechó que se trataba de un fraude y el pensionado fue finalmente arrestado este 2011.
Efectivamente este hombre se había mudado a vivir a Honduras tras casarse con una mujer llamada Sonia Regalado, después de que su esposa británica muriese de cáncer.
Pero claramente tenía un plan que no fue fructífero para intentar asegurar su futuro.
Este caso recuerda el de John Darwin, que se hiciera famoso en el 2002, cuando falseó su propia muerte en un accidente de altamar, donde aparentemente había salido en su canoa y no se le había vuelto a ver.
En conjunción con su esposa, consiguieron que se les pagara un seguro de más de un millón de dólares, pero poco después fueron descubiertos y ambos encarcelados.
También sólo esta semana en Inglaterra, una mujer y su hija conspiraron para seguir cobrando la pensión de su abuela que había fallecido a los 95 años.
Hazel y Jasmine Maddock prefirieron dejar el cuerpo de su madre y abuela respectivamente en la habitación donde murió con tal se seguir cobrando su pensión.
El fraude continuó por seis meses, hasta que los vecinos reportaron a la policía que no habían visto a la anciana en mucho tiempo.
Ambas mujeres están ahora en Corte y también enfrentan prisión.
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