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BRASILIA, Brasil, jun. 2, 2011.- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se comprometió este jueves a erradicar la miseria del país suramericano con un nuevo plan en el que el Estado asumirá un "papel activo" para sacar a 16 millones personas de la pobreza.
"Pido acción, acción, por favor acción. Mientras discutimos, millones de brasileños se mueren de hambre", afirmo la mandataria en una ceremonia celebrada en el Palacio de Planalto, ante una audiencia formada por todos sus ministros, decenas de gobernadores, alcaldes y legisladores.
El nuevo programa, bautizado "Brasil sin miseria", supondrá, según Rousseff, un cambio en el papel del Estado en su relación con los pobres.
A partir de ahora las autoridades "no van a esperar" a que los pobres busquen ayuda, sino que va a identificar "de forma activa y sistemática" a todo el que lo necesite para incluirlo en los programas sociales.
"Debemos gritar que la miseria aún existe. El gran mérito de este plan es traer al orden del día la necesidad de comprometernos en luchar a cada día para que Brasil acabe con la miseria", consideró Rousseff.
La jefa de Estado dijo que no acepta "fatalismos" ni la idea de que los países subdesarrollados están predestinados a convivir con la pobreza y tildó de "cínica" la postura de que la miseria existirá siempre.
"Nuestros pobres fueron acusados hasta de ser responsables de su propia pobreza. Dijeron que si les diésemos subsidios se conformarían", relató.
Rousseff evocó que en el pasado se señalaron como causas de la pobreza a factores como el clima tropical, el mestizaje y la esclavitud e incidió en que "la falta de voluntad política" ha sido mucho más determinante.
La mandataria consideró que el nuevo plan presentado hoy "renueva, amplía e integra" los programas sociales emprendidos por su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, que ayudaron a sacar de la pobreza a 28 millones de personas entre 2003 y 2010, según datos oficiales.
Asimismo, enfatizó que para tener éxito con el nuevo plan, se deberá ejecutar una política económica que cree empleo, coordinarlo con otros programas sociales y, de forma paralela, invertir con fuerza en la mejoría de la enseñanza.
"La educación es el mejor camino para que las personas salgan de forma definitiva de la pobreza", dijo, a la vez que detalló que el Gobierno ofrecerá créditos y cursos de formación profesional a los más pobres, para que puedan dejar de necesitar los subsidios "rápidamente".
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