Las adicciones sin sustancia

Gran parte de los españoles padece alguna dependencia de las denominadas sin sustancia, es decir son adictos a internet, celular, juegos de azar, sexo o compras compulsivas

MADRID, España, feb. 2, 2011.- El porcentaje de españoles que padece algún tipo de adicción al tabaco, alcohol, drogas, etcétera es muy elevado.

Más si tenemos en cuenta que la actual situación de crisis hace que la desesperación de los que no encuentran empleo y los que viven con escasos recursos, acabe por orillarlos a por refugiarse en las drogas para olvidar la realidad.

Pero como siempre, en las sociedades modernas existe la cara y la cruz de la moneda.

Ésta sería la cruz, pero la cara también trae adicciones aunque de otro tipo. El consumismo y el materialismo están provocando que el 25% de los españoles padezca alguna dependencia de las denominadas sin sustancia.

Dicho de otro modo, uno de cada cuatro españoles es adicto a internet, al teléfono celular, a los juegos de azar, al trabajo o al sexo, o a comprar compulsivamente.

Todas estas adicciones están relacionadas con una sociedad materialista, centrada en la apariencia, en lo que tenemos más que en lo que somos, como explican los expertos.

Para Javier García Campayo, psiquiatra del Hospital Miguel Server de Zaragoza, la cultura actual es el caldo de cultivo perfecto para que se multipliquen estas conductas patológicas, que terminan por arruinar la vida familiar, social, laboral y destruir la propia salud.

Y es que se estima que ya un 15% de los españoles está enganchado a internet y a las redes sociales, que se empiezan a considerar como la nueva droga para muchos jóvenes.

Tanto que nadie por sí mismo admite tener ningún tipo de esta dependencia y son los familiares los que acuden a las consultas para solicitar ayuda cuando entienden que la persona a la que quieren está relegando su vida real a un segundo plano.

Los afectados suelen ser personas con una baja autoestima, introversión o dificultades para relacionarse socialmente. Por ello, se sienten realizados en las redes sociales donde tienen un sinfín de amigos, hasta el punto que hay quienes cada 15 o 20 minutos interrumpen su trabajo para conectarse a internet.

Al igual que pasa con la ludopatía, que es la adicción más extendida y quizás la más conocida, las personas que se esclavizan con alguna de estas adiciones, acaban sin amigos, sin familia o se divorcian. Es decir, prefieren vivir en su propio mundo y se olvidan de su vida real.

LESIONES NUEVAS PARA LAS NUEVAS TECNOLOGIAS

Es tanta la dependencia de las nuevas tecnologías que los médicos españoles empiezan a acuñar nuevos términos para definir las patologías que entrañan.

Así, si alguien padece de wiitis es que tiene inflamado el tendón del pulgar o se ve afectado el túnel carpiano, por un uso indebido de la videoconsola.

También puede padecer de ojo seco o lo que es lo mismo vista borrosa, dolor de cabeza o picores por estar mucho tiempo delante de una pantalla.

Si es de los que abusa del celular (o móvil como se le conoce en España) padecerá sin duda, de codo de móvil.

Pero al margen, de todo es que estas nuevas adicciones están aceptadas socialmente, a pesar de que los especialistas advierten de que las consecuencias biopsicológicas y sociales son equiparables a la dependencia de las drogas o el alcohol.