CIUDAD DE MÉXICO, México, jul. 23, 2013.- Cuando los migrantes llegan a Mexicali, por la nueva ruta del Pacífico, han recorrido a bordo de "El diablo" casi 3 mil kilómetros. Han soportado temperaturas cercanas a los 60 grados centígrados, en lo que llaman "el infierno", el valle de la muerte en su tramo "Desierto de Sonora".
En Mexicali, casi no hay peatones en el verano, los que hay son principalmente migrantes. Los habitantes saben que exponerse al Sol implica un golpe de calor. Los migrantes también lo saben pero no tienen a dónde ir.
En Mexicali sólo hay tres albergues pro inmigrantes y se encuentran cada vez más poblados.
"Antes viajaban por la bestia, iban para Matamoros pero por la cuestión de Los Zetas y todos los secuestros, y todo lo que han sufrido, están desviándose poco a poco", dijo Sergio Tamai, director del Hotel del Migrante "Ángeles sin Fronteras".
Enoch tiene 19 años, a los 12 salió de Honduras. En siete años ha ido y regresado. Esta vez cambió de ruta, pero el tren que tomó se desvió, caminó 6 días.
"No conocemos nosotros el tren que agarramos y fuuu, nos fuga. Ahorita los pies los tengo allagados", relató Enoch. En el albergue se cura las heridas.
En el hotel del migrante deportado, en Mexicali, cada día se atienden alrededor de 200 o 300 migrantes. Si llegan más y ya no caben, pueden dormir en los pasillos, en el sótano o incluso en la azotea.
Los migrantes descansan en el hotel, ubicado a una cuadra de la línea internacional.
"El mayor cruce que se da por la ciudad de Mexicali es caminando desde toda la zona desértica, desde lo que es la parte baja de la rumorosa que empieza el desierto", comentó Jesús Verdugo, coordinador Grupo Beta- INM Mexicali.
"Uno va procurando por la migra que no lo vaya a agarrar pero está demasiado caluroso", dijo Gildardo de León , migrante de Chiapas.
Sonia también intentó cruzar por el desierto, comenta que el agua se calienta demasiado, a tal grado que no se puede tomar.
Otros migrantes, hartos de intentar, regresan a sus lugares de origen, y por la misma vía: la del tren.
"Directamente voy hasta el DF. Yo creo que media vida ya me va a tocar en México porque ya me enfadé", comentó un migrante que fue detenido por la policía cuando esperaba el paso del tren. Los oficiales dijeron que lo hacían por seguridad ya que podrían resultar lastimados al subir al tren
Los migrantes que llegan hasta Mexicali analizan dos opciones: cruzar nuevamente a Estados Unidos o buscar otra forma para llegar a su ciudad mexicana.
MACO
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