Bendición de la cruz de Iztapalapa

Este taller de carpintería se convirtió en una capilla para bendecir la cruz que se utilizará en la representación de la Semana Santa

CIUDAD DE MÉXICO, México, mar. 20, 2013.- Ángel Juárez Cabrera tiene 65 años dedicándose a la carpintería, y más de 45, donando la cruz para la representación de la semana santa en iztapalapa.

"Fueron unos amigos y parientes de ahí de Iztapalapa, porque yo soy de Iztapalapa, del Barrio de la Asunción y allá les hice la cruz y al otro año fueron otra vez pero no más les cobraba yo la madera, y yo hacía yo todo el trabajo y pues llegó un tiempo de que dije bueno para que les estoy cobrando la cruz, se las voy a dar y ya desde ese tiempo empecé a dárselas toda completa, la cruz y todo".

Esta cruz, mide más de 6 metros de largo y pesa alrededor de 90 kilos.

Este es el taller de la familia Juárez donde todos los años se hace  la cruz que se utiliza en la Semana Santa de Iztapalapa.

Pero el 19 de marzo, el taller de don Ángel se convierte en capilla y salón de fiestas para celebrar el día de San José.

Es el día del carpintero y cada año más de 100 invitados asisten a la fiesta del taller Juárez.

El invitado de honor es el joven elegido por los ocho barrios para representar a Cristo. Se oficia una misa para bendecir la cruz que tendrá que cargar durante el viacrucis del viernes santo.

Jesús Flores Domínguez, de 25 años de edad, es el elegido de este año para la 170 representación de la pasión y muerte de Cristo.

Don Ángel ha conocido a más de 40 jóvenes como él, y confía en que Chucho hará un excelente papel.

"Viene aquí y le dije ¿qué? ¿Cómo la ves? Dice que se sube al cerro y regresa con un tronco en la espalda va y viene va y viene, dije bueno, que haga papel bueno".

Hace dos años se fracturó la cadera y el fémur, por lo que ahora la cruz es labrada a mano por su hijo, quien también se llama Ángel.

"Ya está ahorita grande, pero ahorita ya nosotros con los muchachos la elaboramos nosotros, el nada más la está viendo cómo va, ya nos dijo como hacerla, ya sabemos cómo los pasos a seguir, ya la trabajamos nosotros y no mas estar pendiente de que todo salga como siempre".

A sus 87 años de edad, don Ángel ha perdido condición física, pero su fe hacia el Señor de la Cuevita y su amor por las tradiciones de Iztapalapa se fortalecen año con año.

"Como yo se las he prometido, mientras que yo viva se las voy a hacer, ya si mi hijo sigue adelante es cosa de él. Pero en cuanto yo pueda y él me ayude, se las seguiré haciendo".

AGHO