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ACAPULCO, México, mar. 11, 2013.- Hace once meses, Rebeca sufrió el secuestro de su esposo en la colonia Renacimiento, de Acapulco. Fue una mañana de abril cuando camino a la escuela de su hija mayor, un grupo de adolescentes los interceptó.
"Era como cinco para las siete. Salimos de la casa, nos metimos al . Avanzó mi esposo unos metros nada más, cuando se dejó venir el y se bajan dos personas, porque eran tres con la que iba manejando y pues bájate del y yo le dije, no te bajes, bájate, pero llevaban armas cortas y eran chamacos", recuerda Rebeca.
Rebeca no volvió a ver a su esposo, pese a pagar 60 mil pesos de rescate.
En Acapulco, existen al menos 78 lugares con altos índices de inseguridad y marginación, que contrastan con la zona turística, según el propio municipio y la Secretaría de Desarrollo Social.
Uno de ellos es la colonia Renacimiento, donde sucedió el secuestro del esposo de Rebeca.
"Es cierto, la imagen de la costera es totalmente diferente a la de las colonias que tenemos en Acapulco y eso solamente va salir adelante con desarrollo social", afirma el alcalde de Acapulco, Luis Walton.
Las colonias La Laja y Zapata también están en la lista de las zonas inseguras del municipio.
"No se trata de un problema que esté en todo el municipio, se trata de problemas que están identificados claramente en regiones pequeñas, en unas cuantas manzanas, en una parte de una colonia", explica el subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Segob.
En esas zonas se tejen diversas historias, algunas de dolor y otras de esperanza.
En Renacimiento, colonia de 55 mil habitantes y con altos índices delictivos, nació la Orquesta Rena. Un proyecto musical que surgió para captar, antes que lo haga la delincuencia, a niños y jóvenes.
"Estamos en una zona de alto riesgo, como se le conoce aquí en Acapulco y son chicos que de alguna forma no tienen algunas opciones culturales y de actividades y lo que hacemos es darle una opción de pasar su tiempo de una forma sana", asegura Amilcar Montero, director de la Orquesta Renacimiento.
Hasta este parque, llegan todos los días 320 menores de entre ocho y 18 años que ensayan y tocan al aire libre entre violonchelos, clarinetes, violines y marimbas.
Alejandra y Chucho son parte de la Orquesta Renacimiento. Practican el chelo y reconocen que tocar un instrumento es mejor a cargar un arma o ser reclutado por los grupos delictivos.
"Vine aquí para expresar un poco más la música en mi vida, para que la delincuencia no me alcance como le ha pasado a muchos de los jóvenes que hay en mi colonia", relata Alejandra, integrante de la orquesta.
"Me interesé al venir porque pensé que era muy interesante y aprender sobre la música, aparte de que me gustaba, pero no sabía cómo estudiar y aparte aquí no hay escuela donde enseñen música que yo quería".
Uno de los éxitos de la Orquesta Renacimiento fue interpretar temas junto con plácido domingo, en un concierto el año pasado en la playa tamarindos.
Desde su iglesia ubicada en la colonia La Laja de Acapulco, donde llegó hace dos décadas, el padre Jesús Mendoza Reza todos los días por la paz del municipio y para que terminen historias como ésta.
"Esta semana he escuchado a una familia, vinieron los padres a verme, mataron a su hija y ellos creen que saben quién la mató, fueron con las ridades, no les hicieron caso", detalla Jesús Mendoza , del pastoral social Acapulco.
En Acapulco, se registraron mil 170 asesinatos el año pasado, según el Consejo para la Seguridad Pública y Justicia Penal.
"La primera vez que mataron, se llevaron alrededor de 16 muchachos y menores de edad, de a como cinco cuadras de aquí", manifiesta Jorge, habitante de la colonia Emiliano Zapata.
El padre Mendoza encabeza un proyecto que atiende a las víctimas de la delincuencia. Además, recibe orientación del episcopado colombiano para establecer una metodología que las ayude.
"Los obispos colombianos y los obispos mexicanos han tenido una serie de contactos para que en México podamos aprovechar la experiencia de la iglesia colombiana, sobre todo con la experiencia que tiene que ver con la construcción de la paz".
El padre Mendoza dice que nunca imaginó que durante varios meses la mayor parte de las misas que ofició fueran para las víctimas de asesinatos.
Ahora recorre las colonias más peligrosas de Acapulco para llevar un mensaje de paz a quienes la han perdido.
AGHO
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