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AYUTLA, México, ene. 23, 2013.- Este movimiento de hombres encapuchados, armados con escopetas viejas, rifles y pistolas de bajo calibre, inició en Ayutla de los Libres y poco a poco se ha extendido por lo menos a cinco municipios más de la Costa Chica y la Montaña Alta de Guerrero.
Los habitantes de Ayutla han visitado las comunidades vecinas para invitarlas a que formen sus propios grupos de autodefensa ciudadana y su propia Policía Comunitaria para frenar la embestida del crimen organizado.
"Deben de nombrar personas con buenos antecedentes, personas de honor, de trabajo", explica uno de los integrantes del Grupo de Autodefensa Ciudadana.
En las reuniones con las comunidades de los municipios vecinos han establecido que se debe proceder de acuerdo con las normas constitucionales para no violentar la ley.
"En cuestión administrativa deben levantar un acta de asamblea, en segundo otra acta de nombramiento de policías".
Pero quiénes son estos encapuchados que han decidido enfrentarse con valentía y con sus propias armas a la delincuencia organizada.
¿Oiga señor, usted a qué se dedica?, "Yo me dedico al trabajo de campo y me gusta trabajar albañilería", dice este indígena de La Montaña Alta.
Muchos de ellos son indígenas de la Montaña Alta de Guerrero, una de las regiones más marginadas de nuestro país.
Sus huaraches los delatan y también su forma de hablar. Son hombres que han superado el miedo para defender a sus familias y a sus vecinos de los criminales que operan en la región.
"Yo soy un hombre derecho y correcto, soy un hombre trabajador más que nada", explica el indígena de La Montaña Alta.
"Ha habido mucho robo y es que por eso estamos apoyando a las ciudades a donde existen los males, nosotros somos de parte de la montaña, toda la gente tranquila".
Además este movimiento civil de autodefensa está repleto de jóvenes, hijos de familia. Y padres que sólo buscan la seguridad de sus hijos. Dicen que el movimiento nació del pueblo para la defensa del pueblo.
"Somos ciudadanos de las comunidades, somos padres de familia, autoridades que vivimos esta situación, no nos queda otra salida más que ponernos o sea poner orden nuestra situación que estamos viviendo", explica un integrante del Grupo de Autodefensa Ciudadana.
"Tenemos niños chiquitos, nos dicen papá a dónde vas, vamos mi niño, vamos acá a un mandado, nos duele dejarlos, pero qué vamos hacer, vamos hacer algo por ellos, sino qué mundo le vamos a dejar a nuestros hijos o que jijos le vamos a dar a nuestro mundo", recalca un habitante de Ayutla de los Libres.
Durante la noche se ha establecido una especie de toque de queda en Ayutla, que luce como pueblo fantasma a partir de las diez de la noche. Son pocos los que se atreven a salir. Pero estas imágenes siguen siendo dolorosas.
Se trata de un indígena tlapaneco y su nieto de 12 años que no tienen dónde quedarse y tienen que dormir en la calle con todo y esta situación de inseguridad.
Los rondines de vigilancia se realizan durante el día y la noche porque los integrantes del grupo de autodefensa aseguran que ya no confían en la Policía Municipal.
"Jajaja siempre, como siempre la Policía, usted ha sabido que a veces ni la Federal ni el primer gobierno ni el tercer gobierno pueden y usted lo sabe y ni usted puede con su camarita tampoco porque a veces ya ni reporteros hay", dice Salomón García, comandante primero de la Policía Municipal de Ayutla.
Los puntos de revisión se han extendido hacia más poblaciones. También operan día y noche. En estos puntos se cuenta con una lista que tiene los nombres de los delincuentes que son buscados por el Grupo de Autodefensa Ciudadana.
"Para mi está muy bien, viene uno con más confianza, seguro. Sí la verdad estaba feo antes por donde quiera por este lado, por el lado de abajo, por donde quiera que se metiera está muy peligroso. Asaltaban, muchos asaltos, a mi me asaltaron unas cinco veces, más", recuerda el comerciante Adauto Velez.
El Grupo de Autodefensa Ciudadana asegura que van a trabajar para que cada comunidad de la Costa Chica y la Montaña Alta de Guerrero cuente con su propia Policía Comunitaria, la cual, dicen, siempre estará respaldada por el pueblo.
"Esto llegó aquí porque todos decíamos, no es que yo no quiero problemas, no, no olvídate, más sin embargo nos dimos cuenta que cuando decimos que no queremos problemas, hacemos más grande el problema porque no somos capaces de afrontarlo como debe de ser, ahora lo estamos afrontando con mucho riesgo pero estamos conscientes que lo que hemos hecho nos ha caminado bien".
AGHO
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