Artículos relacionados »
CIUDAD DE MÉXICO, México, ene. 23, 2013.-101 cm debería ser la estatura mínima para un niño de tres años 11 meses, sin importar su origen étnico.
Estela Pérez mide 10 centímetros menos.
Su vientre es un coctel de parásitos, lombrices, ácidos que la hacen sufrir gastritis; y medio plato de calabacitas sin sal, que no se terminó hace y cinco horas.
Han pasado meses, quizá años, que no toma un vaso de leche.
Leonel López, médico, preguntó "¿A qué hora fue la última comida?, igual a la niña no la han desparasitado".
Leonel López dijo "una panza abultadita quiere decir que ese niño está pasando hambre, los niños no pueden quejarse como los grandes".
Después de las 10, va a volver a comer a las 3 o 4 de la tarde.
Dice que le da hierbitas.
En tzotzil, la mamá, que quizá tiene 30 años, aparenta 40 y en realidad, no sabe cuántos años tiene, explica al médico que faltan cuatro horas para que salgan los frijoles.
A los niños no les tocará grano. Sólo caldo.
Y dará de comer a Estela y a Rosalinda su hermana, hasta que pidan.
No pedirán, lo más probable es que Estela caiga dormida antes.
Y Rosalinda no está ni a gusto, ni acurrucada con mamá; tiene dos años dos meses, aún toma leche materna; vive en un cruel proceso de hibernación que podría conducirla a la anorexia.
Jesús Sánchez, promotor Un Kilo de Ayuda señaló "el papá es el que come primero, come más; esperamos que el papá termine y después comen los niños".
Con ingresos de 40 pesos a la semana, los viernes se come no chayote, sino ramas de chayote.
Leopoldo Rubio, programa Integral de Nutrición, comentó "el que aporta el recurso en el hogar es el que obviamente tiene que consumir más alimento; si tú produces, yo te doy, si el niño no produce, lo dejamos al último, la parte pequeña".
El padre lleva la pierna con el muslo, el niño se lleva la patita del pollo, las mollejas o el hígado.
Al momento de hacer este reportaje, la mitad de los 518 habitantes de Caridad San Antonio, en Chenalhó, a una hora y media de San Andrés Larráinzar, Chiapas, no eran parte de Oportunidades.
La última Encuesta Nacional de Nutrición en el país arrojo que 550 mil niños mexicanos tenían desnutrición de riesgo.
El crecimiento se detiene, como en el caso de Estela Pérez.
Disminuye el apetito.
El estómago pierde la capacidad de absorber nutrientes.
Disminuye la reserva inmunológica.
Al final, el niño muere.
Jesús Sánchez, promotor de Un Kilo de Ayuda, comentó "ningún médico te va decir que el niño murió de desnutrición o de hambre; te van a decir que murió de diarrea".
Viajamos con médicos del programa Integral de Nutrición, una iniciativa de origen civil, única en Latinoamérica que da seguimiento personal, catorcenal de peso, talla, y neurodesarrollo a niños con desnutrición; son los primeros especialistas en llegar a Caridad San Antonio.
Andrea Gutiérrez Oseguera, indicó "es como el alimento para el cuerpo, la estimulación es el alimento para el cerebro".
Al final de nuestra visita, conversamos con la única persona que comunica a los habitantes de Caridad San Antonio, con el mundo, porque es bilingüe y habla tzotzil y español.
Cuando un niño tiene hambre es muy triste, se me antojan cosas buenas, res, chorizos con huevo, se me antojan.
¿Hace cuanto que no los comes? la verdad, hace mucho.
RAMG
[[order]] [[autor]] escribió el [[time | date DD/MM/YYYY HH:mm]]
[[comment]]