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CIUDAD DE MÉXICO, México, ene. 15, 2013.- Ana Silvia Gutiérrez vivió un parto que casi le cuesta la vida.
"Lo que pasa es que a mí me trasladan a la clínica de aquí de Toluca, el IMSS de Ginecología para que me alivie y empiezan a ocurrir ciertas cosas que no están bien", relató Ana Silvia.
El 23 de septiembre de 2012 estuvo siete horas en labor de parto en el Hospital 221 del Seguro Social en Toluca.
Fueron siete horas en los que pedía y pedía ayuda a los médicos, sin que estos la voltearan a ver.
"Ya hasta que me vieron de verdad muy mal fue cuando todos corrieron y me metieron al quirófano. Pero les pedía ayuda, la última vez les dije que no me dejaran: ya no me dejen por favor, estoy muy mal, me siento muy mal. Es que no sé si convulsione, mi cuerpo estaba en un movimiento feo", comentó Ana Silvia.
Al final de esas siete horas de parto, Ana Silvia sufrió un desprendimiento de placenta que casi le cuesta la vida y que hizo que su bebé naciera muerto.
"La primera información que recibo es de la subdirectora Cristina Rico, ella me dice: sabe que, la niña ya venía muerta, o sea, queriendo culpar a uno. Le digo: siete horas estuvo aquí mi esposa y como después de siete horas te diste cuenta", relató Miguel Vivanco, esposo de Ana Silvia.
Miguel cuenta que la doctora que atendió el parto le dio otra versión: la bebé falleció durante el parto, no antes, como incluso se hizo constar en el acta de defunción, en la cual también se indica que es un caso de muerte materna.
Asimismo, acusa de negligencia a la doctora Perla Xóchitl Barón Ramos, quien atendió el parto de su esposa debido a que omitió lo que decía el expediente donde llevaron el control del embarazo de Ana Silvia: que el parto tenía que ser por cesárea, debido a los antecedentes. Su primer hijo nació por cesárea, Este embarazo era de alto riesgo y tuvo una cirugía a los dos meses de embarazo.
"Me explica que se había complicado, que de repente a mi esposa le había subido muchísimo la presión, que eso originó que se desprendiera la placenta. Hasta ahí dije, puede ser comprensible todo", dijo Miguel.
Las supuestas irregularidades, hicieron que Miguel emprendiera una batalla legal para exigir la reparación del daño. Ha acudido a diversas instancias, entre ellas, la PGR.
El 31 de octubre de 2012 el IMSS le respondió que la atención a Ana Silvia fue oportuna y que su queja fue turnada al jefe de prestaciones médicas, Leopoldo Santillán.
"Yo más bien calificaría que esto fue una experiencia éxitosa. El tener un caso con la problemática de la paciente, en el momento que requería toda la infraestructura para salvar su vida es una situación excepcional", comentó Leopoldo Santillán, jefe de prestaciones médicas del IMSS.
Aunque Ana Silvia, se salvó de morir, su bebé no. Ella estuvo a nada de engrosar la estadística de muerte materna que promedia en 900 defunciones al año.
La mayoría de estas defunciones se producen en mujeres pobres de difícil acceso a la atención médica. Sin embargo, se dice que el 84% de los casos se pueden prevenir y no deberían ocurrir.
"La mortalidad materna es un tema, en general, del rezago de la salud pública en todo el mundo? El problema en México tiene que ver básicamente con calidad de la atención, calidad de la atención obstétrica, tanto de la atención obstétrica programada como específicamente de la urgencia obstétrica", asegura Cuitláhuac Ruiz Matus, presidente de la Asociación Mexicana de Salud Pública.
Es por eso que se estima que los objetivos del milenio 2015, de reducir a 22 los casos de muerte materna por cada cien mil nacidos vivos será imposible.
Hoy la muerte materna no sólo se considera un grave problema de salud pública, también de Derechos Humanos, de desarrollo social, equidad de género y justicia social.
"El 70% de las mujeres fallecieron en hospitales... En la seguridad social fueron alrededor de 123 que incluye IMSS e ISSSTE... Las mujeres afiliadas al Seguro Popular que murieron en 2011 fueron 467, entonces estamos viendo que en realidad la filiación sí ha disminuido la muerte materna pero no lo hizo sustancialmente", subrayó Graciela Freyermuth, secretaria técnica del Observatorio de Mortalidad Materna.
Ana Silvia se salvó de morir. Miguel, su esposo, busca que el IMSS le repare el daño, ya que ellos consideran que la muerte de su bebé en el parto se pudo haber evitado de haber recibido una buena y oportuna atención médica.
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