"Primero sueño, luego dolor de cabeza y ya cuando me puse más grave vomitaba amarillo o lo que comía y después me empezaba a dólar mucho la cabeza y no me podría sostener", señaló Bryan, paciente con cáncer.
Así empezaron los signos de alerta para Bryan. Hace año y medio le diagnosticaron tumores cancerígenos.
"Primero me operaron, me pusieron la válvula por fuera porque el doctor Harold quería saber si el líquido estaba infectado", agregó Bryan.
"Es una de tantas historias de aquí del hospital. Mi hijo tiene un tumor en la cabecita y llegamos desde hace un año y dos meses aquí al hospital", dijo Sara Parraguirre, mamá de Bryan.
Él ha cambiado su vida cotidiana: antes jugaba con su hermano, hacía tareas de primero de secundaria.
Ahora se preocupa por las quimioterapias, vacunas y operaciones.
También se ha tenido que separar totalmente de su padre.
"Iba yo a jugar maquinitas con él y ahorita de que estoy acá no lo veo".
Su papá y abuelita cuida de su hermano.
"Se va a trabajar para que luego venga y nos dé dinero y se vuelva a regresar", dijo Bryan.
El cáncer infantil puede presentarse desde el nacimiento.
Las más comunes son la leucemia aguda lifoblástica, los tumores en el sistema nervioso central y en tumores celulares, tejidos blancos o retinoblastoma.
"La leucemia se puede manifestar como muchas enfermedades de los niños, como fiebre, crecimiento de ganglios, palidez, falta de apetito, fatiga. Son síntomas muy inespecíficos y llega el punto en que los padres consultan por la fiebre persistente, la palidez o por sangrado", comentó Aurora Medina, jefa de Hemato-Oncología del Hospital Infantil Federico Gómez.
Las cifras oficiales indican que cada año en México se detectan entre cinco mil y ocho mil nuevos casos de cáncer infantil, lo que representa la segunda causa de muerte en menores de entre cinco y 14 años de edad. Sólo después de los accidentes de tránsito.
Si se detecta a tiempo, la enfermedad es altamente curable.
"Es una enfermedad muy curable, 70 por ciento de los niños con cáncer tienen la posibilidad de curación, pero por otro lado, cáncer no se trata invariablemente igual a muerte", aseguró Aurora Medina.
"Ahorita vamos a llegar al área donde es quimioterapia, donde les dan a los niños las quimio, se llama deambulatorio, es cuando llegan, son unas horas nada más y regresas a sus casas y otros niños que después de esa quimio les dan unas vacunas para que se recuperen lo más pronto posible", comentó Sara Parraguirre, mamá de Bryan.
Bryan y su mamá ya conocen perfectamente los pasillos y las áreas del Hospital Infantil de México y esperan que en unos meses más puedan rehacer su vida cotidiana en la ciudad de Puebla.
A sus 13 años, Bryan gusta de tocar guitarra y quiere aprender a tocar el violín y la batería para acompañar las canciones que le dedica su madre.
[[order]] [[autor]] escribió el [[time | date DD/MM/YYYY HH:mm]]
[[comment]]