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CIUDAD DE MÉXICO, México, dic. 18, 2012.- Sus voces retumban fuerte y contundente. Al igual que su exigencia.
"No entendemos por qué Patishtán sigue sufriendo la cárcel, habiendo un montón de testigos, constancias, documentos. ¿A poco no valemos como pueblo?", dijo Martín Ramírez, del Movimiento del Pueblo del Bosque.
La defensa de Alberto Patishtán, sentenciado a 60 años de prisión, la protagonizan sus hijos: Gabriela y Héctor.
Dos jóvenes ahora, pero que cuando fue acusado de la emboscada en la que murieron siete policías, ella tenía nueve y él cuatro años. Ahora, saben de leyes, de activismo, de injusticia.
"Entonces creo que a los 12 o 13 años ya empecé con esto del rollo de mi papá, de alguna manera buscar apoyo, de que me ayudaran a difundir el caso, que pidiéramos juntos su libertad", comentó Gabriela, hija de Alberto Patishtán.
"Hacen falta los consejos, el amor de un padre, el sentir que esté un padre en la casa", señaló por su parte Héctor, hijo de Alberto Patishtán.
A la lucha de Gaby, Héctor y la comunidad del bosque se ha sumado el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas. Juntos lograron que su padre regresara al penal local, luego de haber sido trasladado de manera forzada e injustificada al Cefereso número 8 en Guasave, Sinaloa.
"En el amparo, nosotros argumentamos que no hay un debido proceso en relación al procedimiento para que se traslade al profesor Alberto Patishtán, porque específicamente la ley menciona de que el preso lo debe solicitar", externó Rubén Moreno, del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas.
Pero a la lucha de los Patishtán también se ha sumado un actor fundamental y que tiene el caso en la antesala de una posible liberación.
Leonel Rivero ha analizado día y noche el caso del indígena tzotzil desde el pasado mes de junio más de 6 mil fojas donde se le acusa de homicidio, lesiones y posesión de armas de fuego. El litigante logró que el caso llegue a la SCJN. La causa: Las posibles irregularidades en el proceso.
"En el caso de Alberto no sólo hubo una deficiencia en la investigación...también pone en evidencia la poca capacidad que tuvo el juez de distrito para analizar exhaustivamente el proceso penal", señaló Leonel Rivero, abogado de Alberto Patishtán.
De ahí que la estrategia jurídica busca el reconocimiento de la inocencia de Patishtán, bajo el argumento de las pruebas falsas y una interpretación jurídica retroactiva.
"Aceptamos la revisión de este reconocimiento de inocencia y nos parece innovador lo que está planteando Alberto Patishtán en este proceso extraordinario ante nosotros, él está planteando: tus precedentes primera sala, estos precedentes son posteriores a mi sentencia si estos precedentes se hubieran emitido con anterioridad a mi proceso yo no estaría condenado a estos 60 años. ese es el gran tema", comentó Olga Sánchez Cordero, ministro de la SCJN.
Y es que el caso de Patishtán se sumaría a otras determinantes para la justicia en México.
En abril de 2010, la SCJN absolvió a las indígenas otomíes Alberta Alcántara y Teresa González, por el supuesto secuestro de seis agentes de la AFI. Ese año, en agosto, ordenó la inmediata liberación de 20 hombres relacionados con la matanza en Acteal. Un caso que servirá como muestra para Patishtán.
"Así estuvo este reconocimiento de inocencia de Acteal, el primero cuando la sentencia se funde exclusivamente en pruebas que posteriormente se declaren falsas, este fue el caso y la segunda, cuando después de la sentencia aparezcan documentos públicos que invaliden la prueba en la que se haya fundado aquella", señaló Olga Sánchez Cordero, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
"Entonces se utilizan como casos "muestra", a través de los cuales la scjn puede dictar medidas, mandar señales muy claras de qué es lo que se tiene que hacer para modificar radicalmente este tipo de situaciones", dijo Mario Álvarez, director de Estudios Jurídicos del ITESM.
En mayo de 2011, liberó a la maestra Magdalena García, relacionada con la violación de un menor en un Colegio de Oaxaca, así como a Manuel Hernández, luego de más de 5 años por haber sido violadas sus garantías en su proceso, o Víctor Chávez de la torre a quien le otorgó su libertad inmediata y el caso más reciente es el del indígena mazahua, Hugo Sánchez, acusado injustamente por secuestro.
"Lo que la corte considera es que en este tipo de casos, lo que se presenta es una especie de virus de corrupción, de falta de cuidado y de desatención en derechos humanos, que hay que erradicar", apuntó Mario Álvarez, director de Estudios Jurídicos del ITESM.
Son Gaby y Héctor, dos jóvenes activistas por su padre. Es Leonel, Rubén y su lucha por la justicia desde la legalidad. Es toda una comunidad y su esperanza y es el máximo tribunal del país que podría a asumir el caso de Patishtán tras 12 años en prisión o 48, que podrían restarle.
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