FOTOS: PERROS EN EL PARQUE MÉXICO
CIUDAD DE MÉXICO, México, oct. 31, 2012.- "¿Trabajar en una oficina? Ni pensarlo, prefiero el parque, entre árboles y aire fresco", dijo Raúl Morales. Detrás de él, 80 perros acostados esperaban sus órdenes o las de sus seis compañeros.
Las mañanas de los lunes, miércoles y viernes en el Parque México, en la colonia Hipódromo Condesa, los entrenadores de la Escuelita Condesa: Adiestramiento y Pensión Canina amaestran perros de las 8:00 a las 14:00 horas.
"Llevamos 10 años enseñándoles a nuestros amigos (los perros) a caminar con correa, a sentarse, a echarse, a ir al baño, incluso trucos de fantasía", señaló Antonio Morales, hermano de Raúl, quien en ese momento le enseñaba a "Molcas" a dar la pata.
Ubicados en la sección de terracería del parque, rodeados de árboles donde el aire frío de las mañanas se mantiene debido a que el sol no pega de manera directa, predominan los gritos de "¡muy bien!" o "¡eso!", además de las muestras de cariño verbales de los entrenadores a los canes.
"Mira, Toño, ¡ya me quiere!" gritó Héctor Balbuena con una grata sonrisa mientras acariciaba a Aramis. A decir de Antonio, el perro tardó en dejarse "apapachar".
Los dueños de los perros son personas que por trabajo no tienen tiempo ni las bases para entrenar o cuidar a sus mascotas y prefieren dejarlos en manos de expertos en vez de encerrarlos en casa.
Los instructores se muestran pacientes ante la gran cantidad de perros que tienen a su cuidado. Se saben de memoria el nombre de todas las mascotas y en una década de servicio ninguna se ha extraviado.
"Hace dos años, debido a un fuerte viento, un árbol cayó cerca de los perros; se espantaron y salieron corriendo por doquier. Tuvimos que hablarles a los dueños para que nos ayudaran a encontrarlos. Afortunadamente, ninguno se perdió", recordó Antonio.
Héctor se quejó de que los vecinos del parque les echan la culpa por la suciedad en algunas áreas donde no trabajan. Los entrenadores tienen un contenedor para excrementos caninos que luego sirven como abono para los jardines del parque.
Entrenar perros no es cosa fácil. A los miembros de la Escuelita Condesa les toma 4 semanas para que el animal aprenda lo más sencillo, que es sentarse, y 10 semanas para el truco más complicado.
Raúl, quien tiene 4 perros en casa, mencionó que el más difícil de enseñar es que ladre a la orden. Dante, el labrador que estaba a su lado, ya lo hacía al primer mandato.
Las instrucciones a los perros se dan en español, aunque en ocasiones, los dueños de los cuadrúpedos les piden que se den en inglés. Antonio recordó que una vez se las pidieron en alemán y a Raúl en japonés.
Amarrado en un árbol lejos de los demás perros, estaba Príamo. Hace unos días atacó a su dueña y le dejó cicatrices en la cara. Ella, a punto de sedarlo y mandarlo a dormir, fue convencida por uno de los entrenadores para entrenarlo y domesticarlo. Todos, incluyendo la dueña, están felices por la decisión.
Cada año en septiembre, la Federación Canófila Mexicana, A.C. organiza la ExpoCan México, donde se premian a los perros mejor entrenados. La Escuelita Condesa se jacta de haber obtenido primeros, segundos y terceros lugares en casi todas las categorías en los últimos años.
El galardón se divide entre los dueños del premiado y los entrenadores.
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