Las últimas horas de Benedicto XVI en El Vaticano

En su último día en El Vaticano, Benedicto XVI se despidió de los cardenales y de sus más cercanos colaboradores

CIUDAD DEL VATICANO, feb. 28, 2013.- Un largo aplauso marcó el inicio del último acto de gobierno de Benedicto XVI, que en la Sala Clementina, la misma en la que anunció sorpresivamente su decisión de renunciar al pontificado hace 17 días, quiso despedirse de todos los cardenales presentes en Roma y de sus más cercanos colaboradores en la Curia. "Que Dios te lo pague", dijo el cardenal Angelo Sodano a Benedicto XVI

Le tocó al cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio, pronunciar el último mensaje que escucharía como Papa.

Benedicto XVI, a su vez, quiso una vez más darle las gracias a los hombres que durante siete años y 10 meses estuvieron a su lado en los momentos luminosos y cuando las nubes, dijo, se tornaban densas en el cielo.

En su último discurso público pidió a los cardenales que trabajen por la unidad de la Iglesia:

"Juntos podemos agradecer al Señor que nos ha hecho crecer en la comunión y juntos orarle que nos ayude a crecer aún en esta unidad profunda, de modo que el Colegio de los Cardenales sea como una orquesta donde las diversidades, expresión de la Iglesia universal, colaboren siempre en pro de la superior y concorde armonía."

Lo más sorpresivo del encuentro fue su referencia a la obediencia y respeto que siente ya por su sucesor:

"Y entre ustedes, entre el Colegio Cardenalicio, también está el futuro papa, al cual ya hoy le prometo mi incondicional reverencia y obediencia."

Con este voto Benedicto XVI quiso reafirmar que no ejercerá ninguna injerencia en el próximo pontificado:

"Pues a referencia que ha hecho entre vosotros pues está el que ha de ser el sucesor, el nuevo sucesor de la sede de San Pedro pues, aunque canónicamente sabemos que no está cerrado al Colegio Cardenalicio sino que puede ser elegido de fuera del Colegio Cardenalicio, pues de hecho en las elecciones que recordamos han sido de dentro del colegio pero de ninguna manera el papa ha querido determinar si en lo que ha querido dejar en claro es su adhesión en su cercanía a ellos, la petición de que se dejen iluminar por el espíritu santo y su manifestación inequívoca de obediencia y de amor y de comunión con el sucesor de Pedro que sea elegido", comentó monseñor José María Gil Tamayo, adjunto al portavoz del Vaticano."

Después de los discursos oficiales, Benedicto XVI saludó durante 55 minutos  a cada uno de los cardenales presentes: con todos intercambió una sonrisa y algunas palabras.

Una hora y 10 minutos después de su llegada, se retiró por última vez de la Sala Clementina, en la que presidió importantes ceremonias a lo largo de su Pontificado.

A las 4:45 salió por última vez de su apartamento al que a las 8 de la noche fueron puestos sellos al igual que al elevador que sube hasta el mismo.

Los documentos oficiales de gobierno serán llevados al archivo Papal. Los documentos personales fueron llevados ya  a la residencia de Castel Gandolfo.

En las últimas horas de su Pontificado, el Vaticano anunció que no destruirá el anillo del pescador con el sello pontificio.

"Es anulado, no destruido. Anulado significa que es inutilizado para su significación original vinculada a un Pontífice mediante, bueno, unos trazos que muestren que ya no es válido ese anillo, ya no es significativo del Pontífice que le ha usado. Lo mismo pasa con el sello de plomo con el que se autentifican los documentos más solemnes del romano Pontífice", dijo el vocero adjunto de El Vaticano.

A las 16:50 Benedicto XVI apareció en el Patio de San Dámaso, donde se encontraba la Guardia Suiza al completo, colaboradores, familiares de los empleados del Vaticano, sacerdotes y religiosas.

Fue despedido por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, mientras su chofer no lograba reprimir el llanto.

Subió al móvil negro con la placa número 1 del Estado de la Ciudad del Vaticano, al que no se subirá nunca más porque pertenece al Papa en funciones y recorrió los Jardines Vaticanos hasta llegar al helipuerto

Donde se encontraba para la última despedida al cardenal Angelo Sodano, Decano del Colegio Cardenalicio, que a partir del próximo lunes encabezará las congregaciones generales que se celebran durante la Sede Vacante.

Hacia las 5 de la tarde abordó el helicóptero que lo llevaría hasta Castel Gandolfo.

Mientras empezaba a sobrevolar la Plaza de San Pedro, las campanas de todas las iglesias de Roma, incluidas las de la Basílica de San Pedro, empezaron a sonar.

El helicóptero papal sobrevoló la ciudad de Roma, que en ese momento despedía al Papa, pero también a su obispo.

El helicóptero  sobrevoló la Basílica de San Juan de Letrán, que es la basílica del Papa y lentamente se dirigió hacia Castel Gandolfo, donde a las 8 de la noche Benedicto XVI dejó de ser Papa.

MACO