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CIUDAD DEL VATICANO, feb. 28, 2013.-El apartamento papal y el ascensor que lleva al mismo, en el Vaticano, fueron sellados pocos minutos después de que Benedicto XVI dejó de ser papa.
La normativa vaticana prevé que tras la muerte o, en este caso, renuncia del papa, el apartamento papal del Vaticano tiene que quedar libre y es sellado hasta que haya sucesor.
Benedicto XVI fue trasladado a la residencia de Castel Gandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de Roma.
Esta residencia papal también tendría que haber sido sellada, al ser morada del Pontífice, pero, según precisó el portavoz vaticano, Federico Lombardi, no se hará, ya que no guarda documentos papales que exijan poner a buen recaudo.
El precintado del apartamento, precisó Lombardi, se ha hecho de manera privada y hasta este viernes no habrá imágenes del momento.
Con la renuncia oficial, termina un papado de ocho años, marcado por los esfuerzos realizados por la Iglesia para dejó atrás los escándalos por abusos sexuales imputados a varios clérigos y para revivir el catolicismo en un mundo que parece cada vez más indiferente a la religión.
Los guardias suizos que permanecían vigilantes en la residencia veraniega de Castel Gandolfo cerraron las del palacio y se retiraron poco después de las 8:00 de la noche del jueves, entrando en su lugar la policía italiana.
Así, se cerró también de manera simbólica un pontificado cuyo final, con una renuncia y no con la muerte, será también parte de su legado.
KAH
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