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CIUDAD DE MÉXICO, México, sept. 19, 2010.- Las personas compran artículos para cubrir una necesidad, el problema comienza cuando se hacen compras compulsivas.
Compras que llenan una necesidad emocional y que se hacen de manera ansiosa pueden salirse de control y convertirse en un riesgo para la economía personal y aun para la salud.
Esta conducta se desarrolla por diferentes motivos, como explica Gabriel Saldívar, académico del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores Monterrey, "estamos en la era del vacío, en la cual no importa quién eres, sino lo que tienes".
Ese vacío, indica, se llena de cosas materiales y tardamos en darnos cuentas de que no estamos comprando cosas, sino "la experiencia, la emoción".
Existen algunos compradores que justifican su manera de adquirir objetos, se llaman a sí mismos coleccionistas y sostienen que no están gastando indiscriminadamente, sino haciendo inversiones.
Saldívar explica, sin embargo, que el coleccionista busca objetos específicos, selecciona cuidadosamente en qué gastar su dinero, y aun así, indica, su afición puede salirse de control y, coleccionista o no, colocarse en una posición de riesgo por gastar de más en sus compras.
Al final, valdría la pena recordar que el estatus no lo es todo y que los objetos no podrán nunca sustituir aquello que haga falta emocionalmente.
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