Apenas el lunes pasado, durante el evento de la promulgación de la reforma constitucional en materia educativa, el secretario de Educación Pública (SEP), Emilio Chuayffet, negó que ésta promoviera la privatización de la educación en México.
Consideró durante su discurso que siempre ha sido obligación del gobierno ocuparse del sistema educativo mexicano: "Vamos a perseverar y a seguir convocando a todos para que la ridad siga siendo la rectora en materia educativa, y que esa rectoría ni se traicione, ni se empantane. Que no sea motivo de chantaje, ni de frivolidad".
El 20 de febrero rechazó ante senadores de la Comisión de Educación que los maestros vayan a perder sus derechos y que la política educativa durante la actual administración será dictada por el gobierno, y no por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE): "La política educativa la dicta el gobierno. El sindicato tiene que hacer lo que se manda en el apartado B del Artículo 123 Constitucional: defender los derechos individuales y colectivos del trabajador".
Además, resaltó las características de la política en educación del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto: "Tenemos 17 programas que se imparten en primaria: escuela higiénica, educación contra la obesidad, entre otros. ¿Saben cuánto le cuesta a México la impartición de esos programas? 19 mil millones de pesos, casi el triple de la secretaría de Relaciones Exteriores".
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