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WASHINGTON, Estados Unidos, ago. 13, 2012.- Un comité del Congreso estadounidense presentó este lunes una demanda civil contra el fiscal general, Eric Holder, para exigirle que entregue documentos adicionales sobre la fallida operación "Rápido y Furioso", que permitió el trasiego ilegal de armas a México en 2009.
El Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes, que ha encabezado las investigaciones sobre la fallida operación policial, presentó la demanda en un tribunal federal para exigir que Holder entregue los documentos solicitados en una citación judicial en octubre de 2011.
La operación "Rápido y Furioso", a cargo de la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, en inglés), permitió el tráfico ilegal de unas 2.000 armas a México en 2009, con la idea de rastrearlas hasta los cabecillas del narcotráfico y el crimen organizado en ese país.
Los documentos, explicó el Comité en un comunicado, "demostrarán por qué al Departamento de Justicia le tomó diez meses" retractarse de una carta con fecha del 4 de febrero de 2011 que, según los republicanos, contenía falsas negaciones" sobre las tácticas utilizadas en "Rápido y Furioso".
La Casa Blanca ha defendido la cooperación de Holder en las investigaciones pero se niega a entregar los documentos solicitados por el Comité, presidido por el legislador republicano Darrell Issa, con el argumento de que el fuero ejecutivo protege las deliberaciones internas de las agencias federales.
El Comité reiteró hoy su queja de que el presidente Barack Obama recurrió a la figura del fuero ejecutivo "en el penúltimo minuto" antes de que el Comité aprobase una resolución de condena ante la negativa de Holder de entregar los documentos.
Según Issa, la decisión de Obama de usar el fuero legislativo no tiene "mérito" y fue más bien "una calculada maniobra política para frenar la divulgación de los documentos hasta después de los comicios de noviembre" próximo.
La ATF, que depende del Departamento de Justicia, le perdió el rastro a esas armas, que fueron a parar a manos criminales. Se calcula que unas mil 400 armas aún no han sido recuperadas.
Además, dos de ellas, dos rifles de asalto AK-47, aparecieron en la escena del asesinato del agente de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos Brian Terry, el 15 de diciembre de 2010.
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