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CIUDAD DE MÉXICO, México, ene 9, 2012.- El gobierno federal realizó este lunes un rescate humanitario de 71 ciudadanos guatemaltecos asentados en una propiedad ejidal de Nuevo Progreso, en Tenosique, Tabasco, quienes vivían desde el pasado 23 de agosto en condiciones insalubres, completo abandono y carentes de calidad migratoria vigente.
El Instituto Nacional de Migración (INM) informó que la revisión de los nacionales guatemaltecos se llevó a cabo con pleno respeto a los derechos humanos y preservando la unidad familiar, conforme lo dispuesto en la Ley de Migración.
Mientras tanto, y para el pronto regreso a su país de origen, el grupo de guatemaltecos fue trasladado a una estación migratoria, con el fin de revisar su situación de estancia en el país y proporcionarles atención médica y sanitaria para su mejor estadía.
En un comunicado el INM destacó que todo el personal, compuesto en su mayoría por elementos femeninos, participó en el rescate desarmado, quienes previamente se actualizaron con cursos y talleres en materia de derechos humanos.
También se instruyeron en temas de equidad de género, intervención en situaciones de crisis y protocolos de atención a sectores de población vulnerable, como son los niños, adolescentes, adultos mayores y personas discapacitadas.
El INM precisó que el grupo de trabajo estuvo compuesto por 11 funcionarios de las áreas de derechos humanos de las secretarías de Gobernación y de Seguridad Pública federal, así como de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Tabasco.
Participaron además 110 funcionarios del INM, de los cuales 40 son oficiales de Protección a la Infancia (OPI); cinco psicólogos del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, y cuatro integrantes de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim).
También cuatro miembros de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar); tres ministerios públicos federales; 169 elementos operativos de la Policía Federal; 38 funcionarios del gobierno de Tabasco y un notario público, quien certificó el inventario de las pertenencias de los rescatados, las cuales les serán entregadas en su país de origen.
Las familias guatemaltecas procedentes de la comunidad de Nueva Esperanza, en El Petén, Guatemala, ingresaron a México el pasado 23 de agosto de 2011, tras ser desalojadas por la Policía Nacional Civil de ese país por estar ubicadas de manera irregular en la zona natural protegida de la Sierra Lacandón.
Desde el momento en que arribaron a territorio nacional, los Grupo Beta y personal del INM, así como del gobierno de Tabasco, proporcionaron ayuda humanitaria a estas personas.
Asimismo, en coordinación con las secretarías de Gobernación (Segob) y de Relaciones Exteriores (SRE), iniciaron las gestiones con el fin de lograr el retorno a su país.
Para ello se otorgaron las facilidades requeridas con el objeto de que una delegación de alto nivel del gobierno de Guatemala se trasladara a la comunidad y negociara las condiciones para su retorno.
En sus peticiones los desalojados exigieron su reubicación en fincas inscritas en el Registro General de la Propiedad de Guatemala a nombre de cada uno de ellos, con tierra productiva, vivienda, energía eléctrica, agua y otros servicios que les permitieran vivir de manera digna.
Personal de la Comar visitó el pasado 2 y 5 de septiembre a los desplazados en compañía de personal del INM, y la coordinadora de la Comisión, Katya Somohano, ofreció la posibilidad de que solicitaran al Estado mexicano la condición de refugiados, no obstante dicho ofrecimiento fue rechazado por los centroamericanos.
El 14 de octubre la comunidad de Nuevo Progreso, Tenosique, Tabasco, dirigió una solicitud formal al gobierno federal para que los ciudadanos guatemaltecos salieran de la propiedad ejidal donde se asentaban.
Al respecto, la cancillería interpuso notas diplomáticas al gobierno de Guatemala con el objeto de solicitar una pronta solución a este asunto.
Ante las graves condiciones de insalubridad, miseria y alimentación que experimentaban desde el momento en que se asentaron en territorio nacional, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) federal entregó ayuda humanitaria a las familias.
Además la dependencia decidió llevarles alimentos, agua potable y medicinas, acciones que también fueron replicadas por el INM, encabezadas por su titular, Salvador Beltrán del Río.
La ayuda se entregó a los integrantes de esas familias, quienes vivían en rudimentarias casas de campaña armadas con palos y plásticos como techo, donde se encontraban sin alimentos, a merced de los animales y de las inclemencias del tiempo.
El gobierno federal otorgó el auxilio humanitario a la población, en coordinación con autoridades estatales y municipales de Tabasco, que consistió en medicamentos, cobertores y agua, entre otros artículos de primera necesidad.
El gobierno de México, a través de la cancillería, ha mantenido contacto permanente con las autoridades guatemaltecas, a fin de asegurar el retorno de sus connacionales con pleno respeto a sus derechos humanos y garantizando la unión de las familias.
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