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WASHINGTON, Estados Unidos, jun. 26, 2012.- El vetusto edificio de la Iglesia Luterana de Reforma, a espaldas de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos, vibró este martes con la estruendosa protesta de más de medio millar de jóvenes indocumentados llegados de 16 estados, contra la resolución 2B de la ley SB-1070 de Arizona.
"Éste es un día muy importante para toda la comunidad por el valor que ustedes, jóvenes han demostrado al salir a las calles y reclamar públicamente derechos que con estudios han ganado preparándose para contribuir al desarrollo de este país" dijo Raúl Grijalva, congresista demócrata de Arizona.
Agradeció la organización y el liderazgo de estudiantes que atraen la atención y una mayor participación de la comunidad latina en las próximas elecciones presidenciales en las que aseguró, el voto hispano será determinante.
Otros estudiantes criticaron la decisión de la Suprema Corte, que por una parte cortó resoluciones anticonstitucionales, pero por otra, dejó un margen de victoria para quienes promueven un papel más activo en los gobiernos estatales contra la inmigración ilegal.
En la ceremonia, el pastor Michael Wilker, a cargo de la iglesia, dio la bienvenida a los jóvenes, de los que uno a uno fueron sensibilizando a sus compañeros con relatos de su drama personal, salpicado de historias de deportación y separación familiar. También de sueños e ilusiones truncadas por la falta de documentos que den acceso a universidades y colegiaturas más razonables.
Algunos desnudaron su angustia o frustración por la inminente deportación que enfrentan.
"La decisión de la Suprema Corte de Justicia no sólo abrió la puerta a más iniciativas similares en más de una docena de estados de la Unión Americana", dijo a Noticieros Televisa Octavio Gómez, estudiante indocumentado de Michigan.
Mientras las cadenas de televisión dedicaron una extensa cobertura a la decisión de la Suprema Corte, numerosas organizaciones hispanas dedicaron este martes sus espacios a conferencias y entrevistas sobre el potencial peligro de una escalada de iniciativas anti-inmigrante en toda la Unión Americana.
Los jóvenes realizaron una ceremonia ficticia de graduación, ya que en la realidad muchos no tuvieron acceso a esto, para posteriormente y con los ánimos al máximo, al grito de "Sin documentos y Sin Miedo", marcharon hacia el Capitolio donde exigieron al Congreso aprobar una amplia reforma migratoria.
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