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WASHINGTON, Estados Unidos, abr. 21, 2012.- Una semana después de estallar el escándalo en un hotel de la ciudad colombiana de Cartagena entre empleados del Servicio Secreto estadounidense y prostitutas, seis agentes han perdido su empleo y han sido interrogados centenares de personas.
La agencia dijo el viernes que tres agentes han dimitido, días después que dos supervisores y otros agentes fueron despedidos.
El director del Servicio Secreto Mark Sullivan informó al presidente Barack Obama el viernes en la Casa Blanca de los últimos acontecimientos.
El incidente comenzó con una discusión por el pago de servicios entre un agente del Servicio Secreto y una prostituta colombiana en la recepción del Hotel Caribe, donde un contingente de agentes y militares se alojaban en preparación a la llegada del mandatario para asistir a la Cumbre de las Américas.
Un funcionario gubernamental dijo, a condición del anonimato debido a que continúa la investigación, que más de 200 personas has sido entrevistadas hasta ahora.
El viernes por la noche, el senador republicano Chuck Grassley pidió que sea ampliada la investigación, incluyendo el examen de los registros del hotel sobre el personal de avanzada de la Casa Blanca y el de comunicaciones que se encontraban en Cartagena para la cumbre.
En una carta dirigida a Sullivan y el inspector general del Departamento de Seguridad Interna, Grassley preguntó si los registros del hotel en relación con el personal de la Casa Blanca fueron considerados parte de la investigación.
El escándalo, que incluye ahora a 12 empleados del Servicio Secreto y 11 miembros de las fuerzas armadas, ha pasado a ser un tema político.
El vocero de Obama dijo que es "indignante politizar" la situación y agregó que el mandatario se enfadará si resultan verdaderas las denuncias ventiladas hasta ahora.
El incidente en Colombia afectó por lo menos a varios agentes del Servicio Secreto que llevaron prostitutas a las habitaciones de su hotel.
La noticia del incidente, que involucra por lo menos a 22 colombianas, estalló hace una semana tras una discusión por el pago del consorcio carnal entre una prostituta y un agente del Servicio Secreto, que degeneró en una sonora gresca en el área de recepción del hotel.
Una meretriz colombiana de 24 años contó al diario The New York Times que el agente acordó pagarle 800 dólares por una noche de intimidad pero al día siguiente le ofreció solamente 30 dólares. Finalmente abandonó el hotel, agregó, tras recibir 225 dólares.
Todos los agentes investigados han perdido su credencial de máxima seguridad en el Servicio Secreto.
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