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BUENOS AIRES, Argentina, sep. 6, 2011.- La policía apresó en las últimas horas a cinco personas sospechosas de complicidad en el rapto y asesinato de una niña de once años en la periferia de Buenos Aires, un caso que causó conmoción popular en Argentina, informaron este martes fuentes policiales.
Uno de los detenidos es la dueña de una casa donde pericias forenses indican que estuvo cautiva Candela Rodríguez, cuyo cadáver fue hallado dentro de bolsas de plástico en un terreno baldío vecino a una autopista de la periferia de Buenos Aires el miércoles pasado, nueve días después del secuestro.
Unos mil 500 policías habían sido movilizados en busca de Candela mientras se ofrecía una recompensa de 100 mil pesos (unos 24 mil dólares) a quien diera pistas de su paradero y la Red Solidaria llevaba a cabo una campaña con el apoyo de famosos, entre ellos el actor Ricardo Darín y el cineasta Juan José Campanella.
Los portavoces señalaron que los cinco detenidos serán interrogados por el juez a cargo del caso como sospechosos de complicidad y encubrimiento del secuestro y asesinato de Candela, quien había sido raptada cerca de su casa en la localidad de Hurlingham, a 25 kilómetros al oeste de la capital argentina.
Aún no se ha determinado el móvil de este crimen, que causó dolor y gran indignación popular reflejados la semana pasada en las redes sociales Twitter y Facebook, donde se multiplicaron las peticiones a la presidenta argentina, Cristina Fernández, para que se castigue a los responsables.
En la casa de la mujer detenida, también situada en Hurlingham, fueron hallados rastros del cautiverio de la niña, quien murió por asfixia y no fue víctima de abuso sexual, determinaron la semana pasada médicos forenses en una autopsia.
Por la tarde, la policía volvió a requisar la casa y además realizaron una serie de allanamientos en domicilios de la capital argentina relacionados con los detenidos, según informaron fuentes policiales.
En tanto, vecinos de los apresados se manifestaron a las puertas de la casa donde presuntamente estuvo cautiva la niña y plantaron perejil, para expresar así que a su juicio los detenidos son "perejiles" (chivos expiatorios) que nada tienen que ver con el secuestro y el asesinato de Candela.
La policía se ha incautado de un furgón que está siendo sometido a diversas pruebas para determinar si se trata del vehículo utilizado para el secuestro de la niña o el traslado de sus restos al terreno baldío donde fueron hallados entre montículos de basura.
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