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GUATEMALA, Guatemala, mayo 10, 2011.- Reconoció haber matado a dos ciudadanos mexicanos en Guerrero en la década de los ochenta y ello lo catapultó para ganar la Presidencia de Guatemala el 7 de noviembre de 1999. Alfonso Portillo Cabrera.
Siete años después de haber dejado el cargo de gobernante debió sortear en tribunales y México una serie de acciones judiciales que finalmente lo llevaron a prisión el 26 de enero de 2010.
Portillo Cabrera, quien está por cumplir sesenta años de edad el próximo 24 de septiembre, fue absuelto del delito de peculado, derivado de la acusación del Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICIG), un ente de la Organización de las Naciones Unidas.
Se le señaló de apropiarse de ciento veinte millones de quetzales del presupuesto militar, (unos 15 millones de dólares) bajo la figura de Secreto, junto a quienes fueron sus Ministros de la Defensa Nacional y Finanzas Públicas.
Dejó el cargo el 14 de enero de 2004 al mandatario Oscar Berger Perdomo, quien un mes después ordenó su persecución, que lo llevó al exilio en México y fue extraditado el 7 de octubre del 2007.
Quedó libre luego del pago de una fianza de unos ciento veinte mil dólares, pero un tribunal ordenó su arresto a finales de enero del 2010, lo que provocó que el ex gobernante guatemalteco tratara de abandonar el país, presuntamente con destino a Belice.
Permaneció encarcelado en un cuartel militar mientras se desarrollaba el proceso, que finalizó la noche de este lunes 9 de mayo con la absolución dictada por los tres miembros del Tribunal Undécimo de Sentencia de la capital de Guatemala.
También Alfonso Portillo Cabrera y los otros dos procesados, el General de Brigada Eduardo Arévalo Lacs y Manuel Maza Castellanos, no deberán pagar responsabilidades civiles, según la resolución del tribunal.
Las tres integrantes del juzgado los dejaron libres de culpa por unanimidad, porque no dieron valor probatorio a documentación presentada por los Fiscales del Ministerio Público y Contraloría General de Cuentas; además porque varios de los informes no lograron demostrar la culpabilidad de los imputados.
El ex presidente guatemalteco vivió durante siete años y medio la persecución política promovida por grupos de poder, según lo afirma.
Durante su permanencia en la prisión, Portillo Cabrera debió enfrentar el suicidio de su primera esposa, la ciudadana mexicana María Eugenia González Padua, registrado el 18 de mayo del 2010, con quien procreó a su primera hija Otilia, también de origen mexicano.
Por lo pronto, aunque el ex presidente guatemalteco dejará la prisión durante este martes, aún debe esperar el resultado de un amparo para evitar su extradición a los Estados Unidos, aunque dijo que ésta (la extradición) no prosperará porque también se sustentó con los mismos documentos, que rechazó el tribunal guatemalteco.
En las próximas horas se espera el arribo de su segunda esposa e hija, Evelyn Morataya y Grabiela Portillo, una niña de diez años, ambas residentes en el Distrito Federal, México.
Otra de las incógnitas que recorren el panorama, es si esta absolución llevará al ex presidente, Alfonso Portillo Cabrera, a buscar una curul en las elecciones del domingo 11 de septiembre entrante.
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